Iborra castiga a un valiente Celta

El Celta se queda en cinco, cinco son las victorias consecutivas que cosechó en Balaídos pero a la sexta el Sevilla, de la mano de un efectivo Iborra, cortó la racha. Los de Berizzo quisieron igualar la intensidad hispalense e, incluso la superaron, pero no contaron con la fortaleza física de un equipo que volvió a demostrar que a balón parado desatascan partidos.

 
Con una semana por delante antes del partido ante el Athletic Berizzo apostó por un once de garantías. Los únicos cambios eran la entrada de Sergi Gómez por la sanción de Mallo y de Pione Sisto por un Bongonda que había vuelto a hacer un mal partido en Grecia. Salió mejor el Sevilla al campo, los primeros quince minutos fueron visitantes. Los de Sampaoli tenían la pelota y aunque no se acercaban con verdadero peligro a la meta de Rubén sí que imposibilitaban que el Celta estuviese tranquilo. Pero al cuarto de hora fue Aspas el que pudo marcar el primer tanto del choque, Pione Sisto avanzó por el costado zurdo y su centro encontró la cabeza de un Aspas que picó el esférico para que Rico se luciese con una gran mano abajo.
Inmediatamente llegó la respuesta hispalense, un minuto después una dejada del Mudo Vázquez dejó a Rubén prácticamente vendido tras el despiste de la zaga celeste, pero el de Mos se rehizo para sacar la pelota  casi en la línea. Tras estas dos acciones los golpes se iban sucediendo aunque el Celta pegó más que el Sevilla hasta la media hora de esta primera mitad. Sergi, Pione Sisto volvieron a tener sendos cabezazos para batir a Rico pero los dos remates no encontraron portería. Fueron 15 minutos de mucho fútbol sin interrupciones en los que el Sevilla empezó a sentir el miedo. 
Pero el alto ritmo estaba pasando factura y los dos equipos firmaron una tregua momentánea hasta el descanso, y es que el último cuarto de hora de la primera mitad bajo de intensidad donde lo único destacable, a parte de la amarilla a Aspas, fue un remate acrobático de Orellana desde el punto de penalti que se fue por encima del larguero tras una jugada sensacional de un hipermotivado Aspas. Undiano Mallenco señalaba el camino a los vestuarios con un milagroso empate sin goles en Balaídos.

Mazazo a balón parado

Los segundos 45 minutos comenzaban de nuevo con un alto ritmo de juego, Wass obligaba a Rico a estirarse con un fuerte remate desde la frontal del área pero era Iborra, recién ingresado al campo, el primero en asestar un certero golpe. Saque de esquina donde el mediocentro hispalense se anticipó a la zaga celeste y batió a Rubén con un sobrio  remate de cabeza, todas las buenas acciones del Celta se iban al traste en una nueva jugada a balón parado. Pudo ampliar la ventaja Ben Yedder, pero Rubén tapó bien la portería y la picada del delantero se fue desviada.
Diez minutos después, en el 60, el Sevilla volvió a rozar el gol en otra jugada a balón parado, donde el Celta se mostró una vez más muy vulnerable, pero Mercado se encontraba en posición adelantada y Undiano Mallenco señaló fuera de juego. El gol había dejado muy tocado al Celta que no era capaz de reaccionar mientras pasaban los minutos. Berizzo se acordó de Guidetti y sentó a Sisto cuando aún quedaban 25 minutos para lograr la remontada. El efecto 'Guidetti' enardeció a la grada pero no a sus compañeros que seguían perdidos.
Vitolo , en el 70, pudo cerrar de nuevo el encuentro y el miedo al segundo gol despertó por fin al Celta que en una doble ocasión desbaratada primero  por Rico y con un disparo de Orellana que rozó el palo estuvo cerca de lograr el tanto de la igualada. Arriesgaba más Berizzo quitando a Wass y dando entrada a Bongonda y respondía Sampaoli quitando al Mudo Vázquez por el central Kolo. 

Se volcó sin acierto el Celta, muchas precipitaciones en las jugadas que no acababan en jugadas de peligro y que dejaban huecos atrás que al final aprovechó el Sevilla, Iborra, de nuevo, castigó a los vigueses con un segundo gol en el 83 que cerraba el partido para los hispalenses. Con todo decidido el Celta siguió intentando meter al menos un gol, pero el Sevilla supo aguantar su portería a cero y ya en el minuto 90 completó la goleada con un penalti que supuso el 'hat-trick' de Iborra, Cabral había derribado de forma clara a Correa. En cinco se quedaron las victorias consecutivas del Celta.