Una goleada que aleja los fantasmas

Goleada forjada en los últimos minutos de un desdibujado y anodino Celta que se dejó llevar por la inercia de un marcador a favor desde la primera mitad. Enfrente estaba un colista que puso ganas y empeño para pelearle los puntos a los de Berizzo. Pero demostró por que es el colista de Primera. El Celta con su versión b volvió a sumar un nuevo triunfo como hizo en Butarque. Se ganó, para otra tarde quedará jugar bien.

Berizzo volvía a las rotaciones, esas de las que había renegado días atrás. El corto resultado ante el Shakhtar Donetsk invita a soñar con una remontada y así lo entendió el técnico argentino que dejó en el banquillo a Aspas y Cabral y fuera de la lista a Mallo, el 'Tucu' Hernández y Roncaglia. Por primera vez en muchas jornadas apostaba por un once con dos extremos puros y con Rossi en punta de lanza.
Los primeros veinte minutos se resumen en la nada. Ni el Celta ni el Osasuna eran capaces de generar algo medianamente positivo. Atasco en la línea de creación, imprecisiones continuas y nada, porque podría ser perfectamente el peor comienzo de partido que han tenido que soportar los aficionados vigueses en meses. Nada, porque nada sucedía, hacía presagiar que el Celta se pudiese adelantar en el minuto 22 en el marcador. De una jugada aislada salió una internada de Bongonda que combinó con Rossi. El italiano, que volvió a dar muestras de su enorme calidad, asistió de tacón a un Pione Sisto que solo tuvo que rematar ante un Sirigu ya batido. 
El Celta se ponía por delante y recobraba la confianza en su juego, los navarros mostraban el porqué de su clasificación esta temporada. Cierto orden, ganas y esfuerzo pero nula calidad. Se lo creyó este Celta B, que fue imponiendo el ritmo en el juego a medida que eran capaces de acumular más la pelota. Rossi lo intentó en un par de ocasiones más, pero Sirigu consiguió atrapar su primer disparo mientras que el segundo se fue muy arriba. No sufrían los de Berizzo, pero tampoco llegaron con claridad en lo que quedaba de la primera mitad. Bikandi señalaba el camino a los vestuarios mientras el plan b del Celta volvía a funcionar.
Tras la reanudación los olívicos volvieron a salir con es ritmo cansino y aburrido que parecía suficiente para llevarse los tres puntos ante el colista. Pero los navarros salieron más enchufados al choque y Sergio León tuvo la primera ocasión de su equipo a los cuatro minutos. Su potente disparo era rechazado por Rubén Blanco que mandaba el esférico a córner. Y lo que salvó el meta celeste estuvo a punto de perderlo siete minutos después. En el 57 se jugó un recorte sobre la línea de gol ante Sergio León, el único rojillo que mostraba peligro. 

Berizzo protege su plan

Se envalentonaba el Osasuna ante un cuadro, el vigués, dormido. Sin generar grandes ocasiones de gol el peligro se sentía en la grada y así lo entendió un Berizzo que sentó a Pione Sisto para dar entrada a Jozabed. El argentino quería tener la pelota de nuevo. Sergio León tenía de nuevo el empate en sus botas tras una internada de Oriol Riera, pero su disparo se fue arriba. El Celta, pasados ya 20 minutos de la segunda mitad, daba la sensación de seguir en los vestuarios mientras una parte de la hinchada empezaba a mostrar su disconformidad. 
El nerviosismo empezaba a aparecer en unos jugadores que seguían cometiendo pérdidas absurdas en zonas de peligro para la desesperación de una grada que veía peligrar la victoria ante el colista. El Celta necesita una inyección de moral, Berizzo ponía a Aspas en lugar de un desdibujado Rossi. Ni siquiera Aspas despertaba a al Celta y en su primera ocasión buscó de nuevo la combinación en lugar del remate, el moañés no está al mismo nivel que hace un mes.

Debut de Hjulsager y sentencia

Berizzo dio entrada al último fichaje del Celta pasados los 80 minutos por un Bongonda que caía lesionado. El belga era despedido con aplausos tras el gran despliegue físico realizado. Y nada más entrar el danés el Celta lograba la sentencia con un remate de cabeza de Jozabed tras un saque de esquina, el andaluz tiene gol y por fin lo demostró para cerrar un encuentro aburrido que redondeaba Aspas dos minutos después con un remate de cuchara ante un Osasuna rendido. Tres puntos que reactivan al Celta en la liga, lo importante era ganar y el equipo lo logró.

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