Cardoso se muerde la lengua, "no quiero ser sancionado"
Miguel Cardoso, técnico del Celta, no quiso pronunciarse de manera clara en sala de prensa acerca del arbitraje de González Fuertes. El entrenador aseguró que "tengo que tener mucho cuidado de cómo hablo porque no quiero ser sancionado" lo que desvela la sensación de sentirse gravemente perjudicado por las decisiones del colegiado asturiano.
El luso tiene muy claro que en ese minuto 36, cuando González Fuertes pita un penalti a Hugo Mallo, "cambia el partido, cambia el juego y te lleva a manejar situaciones diferentes, difíciles".
El míster destacó la reacción de sus jugadores tras el empate de Mata, "hasta el final de la primera mitad tuvimos tres opciones claras y en una hacemos gol, pero no a voy a comentar, ustedes pueden analizarla", en referencia al tanto anulado por fuera de juego a Hugo Mallo.
Cardoso sostuvo que "siempre creo en los árbitros" para denunciar los dos últimos arbitrajes vivdos fuera de Balaídos: "Como tuvimos en Valladolid, como tuvimos aquí, se comprende la intención", denunció el portugués que explicó que "hablo por mi vestuario, no por el Celta".
El entrenador lamentó que "no estamos en un momento bueno" y aún así el equipo sacó "capacidad para salir". Por ello Miguel Cardoso sólo pidió "que nos dejen jugar al fútbol".
Respecto a la expulsión de Maxi Gómez tras protestar el penalti señalado a Hugo Mallo, Cardoso indicó que "seguro que ha dicho algo pero no voy a comentar porque no lo sé" ya que en el descanso no tuvo tiempo para preguntarle.
