Karpin se reivindica en el banquillo del Rostov
Valeri Karpin, exjugador ruso del Celta de Vigo, Real Sociedad y Valencia CF, ha relanzado su carrera como entrenador en el Rostov. El equipo amarillo es actualmente el segundo clasificado en la Premier rusa con los mismos puntos que el líder, el Lokomotiv de Moscú.
La victoria del Rostov el pasado domingo en casa del líder, el CSKA de Moscú (1-3), dejó claro que el equipo cosaco es un serio candidato al título, pese a no contar con grandes nombres en su plantel. Con Karpin en el banquillo, el Rostov sólo había podido ser noveno y undécimo en las dos últimas temporadas, pero en esta ocasión está demostrando una gran solidez desde el inicio del campeonato.
Karpin recuperó a jugadores desahuciados como el finlandés de origen ruso Román Yeriomenko, sancionado por dopaje, y al búlgaro Ivelin Popov, descartado por el Spartak, y el rendimiento de ambos ha sido altísimo.
Lo mismo se puede decir de Iónov, que ahora es un fijo en la selección rusa, aunque la gran revelación es el uzbeko Eldor Shomurodov. Lleva ya diez goles en doce partidos de Liga. El último tuvo lugar este domingo ante el CSKA, algunos de remate y otros producto de jugadas individuales, ya que, pese a su 1,90 metros de estatura, no es un futbolista exento de técnica.
Más arriesgada fue su decisión de rescatar a Pável Mamáev, recién salido de la cárcel tras cumplir casi un año en prisión por gamberrismo y agresión, y que había sido rechazado por su antiguo club, el Krasnodar.
Aunque rechaza cualquier clase de favoritismo —llama "locos" a los que creen que puede ganar la competición rusa—, Karpin ha sonado en las últimas semanas como técnico del Spartak de Moscú, el gran fiasco de la temporada, pero él asegura que se siente bien en Rostov.
La evolución de Karpin
Karpin ya fue segundo en la Premier de Rusia en dos ocasiones al frente del Spartak (2009 y 2011/12), pero desde entonces no logró asentarse ni en Rusia al frente del Torpedo, ni en España con el Mallorca.
Dejó el fútbol para trabajar como redactor jefe en un canal de deportes de nueva creación, Match TV, pero lo dejó porque echaba de menos el trabajo con los futbolistas. En su momento aseguró que el mejor jugador al que había entrenado es el madridista Marco Asensio, al que ayudó a explotar con 18 años en el Mallorca.
A sus 50 años, Karpin no renuncia a regresar a España, pero antes quiere aprovechar esta segunda oportunidad que le ha dado el fútbol con el Rostov. El club amarillo ya logró su mejor puesto en la competición casera con un el segundo lugar en la campaña 2015/16 con Kurbán Berdíev en el banquillo.
En España, Karpin no logró títulos como jugador —aunque fue finalista de la Copa del Rey con el Celta y segundo en liga con la Real Sociedad—, pero sí en Rusia, donde en las filas del Spartak fue campeón de la última copa soviética y de las tres primeras ligas del país tras la caída de la Unión Soviética en 1992, 93 y 94.