Un vecino de Vigo de 44 años de edad, J. J. L. G., se presentó ante la Jefatura de la Policía Local este martes y solicitó a los agentes que lo detuvieran porque, según expuso, estaba "harto de estar en casa" con su madre, por el confinamiento decretado en el marco del estado de alarma por la crisis del coronavirus.
Según han confirmado fuentes policiales, este varón se presentó ante la garita de la Policía sobre las 18.30 horas de este martes, y pidió ser detenido mientras aseguraba que era portador del COVID-19. La Policía solicitó una ambulancia y, tras explorar al hombre, el personal médico le explicó que no presentaba sintomatología compatible con la infección por coronavirus y le recomendó que volviese a su domicilio.
Sin embargo, dos horas más tarde, el hombre volvió a dependencias policiales y nuevamente pidió ser detenido. En esa ocasión argumentó que estaba "indignado" por tener que permanecer en confinamiento domiciliario y que estaba "harto de estar en casa" con su madre.
Por otra parte, la Policía ha tramitado en las últimas horas varias denuncias contra ciudadanos que incumplieron la obligación de permanecer en sus casas o desplazarse sólo en casos justificados, en cumplimiento del Real Decreto sobre el estado de alarma.
Este martes se tramitó denuncia contra un ciudadano que, sobre las 10.20 horas, fue identificado en la calle Urzáiz cuando se disponía a ofrecer un espectáculo callejero. El hombre, D. F. C., de 47 años de edad, había colocado un taburete, micrófono, altavoz, guitarra y una manta para vender CD's.
Minutos después, y en la misma zona, fueron identificados para sanción otros dos varones, de 56 y 45 años de edad, que estaban ejerciendo la venta ambulante.
En la tarde del martes también se tramitó denuncia contra un vigués de 74 años de edad, J. R. C., que fue sorprendido en la calle Felipe Prósperi, cuando negociaba los servicios con una prostituta en la vía pública.
Todas estas denuncias se suman a otra realizada también el martes por la Policía Local, que identificó a la dueña y a cuatro clientes de un bar de la Avenida de Hispanidad, que estaban "tomando vinos" en el local, infringiendo el Real Decreto del estado de alarma.
Por otra parte, la Policía Local también acudió este martes por la tarde a un establecimiento hostelero en el que, según denunciaron algunos vecinos, había actividad y gente en su interior, en la zona de Casablanca.
Cuando llegó la Policía comprobó que, efectivamente, dentro del local había cinco personas comiendo en ese momento. La titular del negocio explicó a los agentes que todos conviven en la misma vivienda, y que habían tenido que comer en el establecimiento debido a una avería en la cocina de su domicilio.