Del filial del Celta a la final de la Libertadores: el camino de Lucas Olaza

Lucas Olaza llegó a Vigo siendo un joven desconocido que debería pelear por un puesto en el lateral izquierdo del filial del Celta de Vigo a un prometedor y asentado Samu Araújo. El uruguayo solo estuvo una temporada y sin dejar malas sensaciones nada hacia indicar que Olaza regresaría a Vigo para ser titular en el primer equipo.

Ahora, como integrante de la plantilla celeste el lateral recuerda que sigo teniendo "muchas amistades del Celta B. Con algunos compartimos vestuario ahora. Nos conocemos de hace tiempo, junto con Kevin, Pape e Iván, es lindo reencontrarnos ahora".

"Cuando me fui no pensaba en poder volver al Celta. Sí me había llevado buenos recuerdos, buenas amistades pero no, no creía que podía volver", reconoció Olaza.  "Así son las vueltas de la vida, la vuelta para mí fue algo muy lindo, me puso contento. Estoy disfrutando mucho y me puso contento cuando tuve la oportunidad de volver aquí", continuó.

Tras abandonar Vigo, Olaza  inició una carrera en Sudamérica que le llevó a cotas inimaginables: "Para mí, en lo personal, fue muy lindo poder llegar a Boca. Tengo muchos agradecimientos a Talleres. Hicimos una gran temporada y eso me llevó a Boca. Esos dos equipos en Argentina tengo buenos recuerdos".

"Fichar por Boca fue algo muy lindo para mí, porque Boca es reconocido mundialmente por lo grande que es, la cantidad de gente que tiene y la cantidad de títulos que tiene. Estar en Boca de fuera se ve grande" confesó un Lucas Olaza que además jugó una final de la Copa Libertadores.

Olaza reconoe que "fue una locura. La gente lo vive de una manera muy linda el fútbol. Para mí jugar una Libertadores con Boca fue un sueño cumplido. Toda la locura que lleva la gente a cada partido"

"Después  tuve la final con River Plate, que hubo algunos sucesos inesperados por las agresiones en el bus, y la suspensión que llevó a jugarla en Madrid. No fue el resultado que esperábamos pero sí la experiencia. Fue algo muy especial", comentó Olaza.

Llamada del Celta y vuelta a Europa

"Cuando me llamó mi agente, Pablo, y me habló del interés del Celta de contar conmigo quedé asombrado, porque no sabía o no creía que podía volver al club. No lo pensaba mucho, era una linda oportunidad para jugar en el fútbol europeo", recordó.

Una de las razones que le llevó a aceptar la oferta del Celta fue que "cuando estuve en el Celta B me trataron muy bien y eso es lo más importante, las amistades que deja el fútbol, la gente cómo te trata. Yo soy muy agradecido a todos ustedes por el buen trato que me brindaron y ahora me siento igual".

Lucas Olaza tardó en empezar a jugar y se crearon muchas dudas sobre él, el lateral explica que "el equipo estaba ya estaba en competición. En Boca estábamos en pretemporada, era normal, me costó un poquito al principio ya que la velocidad es distinta, el ritmo no".

En España "hay más calidad. Esa era la gran diferencia y me costó un poco entrar en la dinámica del equipo. Uno siempre trata de entrenar al máximo, dar lo mejor, esperar su oportunidad y tratar de aprovechar las oportunidades", aseguró Olaza que no se olvida de cómo y ante quién fue su debut con el primer equipo.

"Fue mi debut en el primer equipo del Celta lo recordamos todos los celtistas porque fue un partido muy loco", dijo Olaza.  "Estábamos muy comprometidos en la tabla y comenzamos perdiendo 0-2 y con toda esa locura dimos vuelta", rememoró.

Olaza lo recuerda de manera clara y especial porque "para mí y para todo el equipo fue un partido muy especial porque fue donde empezó la remontada, y donde empezó la salvación de la temporada pasada" en la que Olaza reconoce que tuvo mucho mérito el apoyo del celtismo, "sus recibimientos y su ánimo".