El diario danés Politiken ha publicado la tercera parte de una larga entrevista que Søren Lissner ha realizado a Pione Sisto, extremo del Celta de Vigo. El jugador ha confesado que fue la embajada danesa en Madrid quien le facilitó los documentos para poder regresar, durante el estado de alarma decretado por el Gobierno, a Herning. En las anteriores entregas habló de la depresión que sufrió en el Mundial de Rusia, el racismo que tuvo que vivir durante su infancia y su necesidad de ser aceptado y querido en la redes sociales.
"Volví a casa por mi propia salud. Hablé con la Embajada de Dinamarca en Madrid y les pregunté cuál era la mejor forma para regresar a casa. Me contaron que lo más seguro era viajar en coche y me mandaron documentos para que no tuviéramos problemas en las fronteras", relató Pione Sisto al diario danés.
Pione Sisto trató de justificarse al asegurar que "mi hermana pequeña y yo teníamos dudas de la gravedad de la situación del coronavirus en España y queríamos volver con nuestra familia, que significa mucho para nosotros".
Además el jugador del Celta de Vigo se quiso amparar en el desconocimiento de lo que suponía el decreto del estado de alarma para saltarse el confinamiento: "No conocíamos lo que suponía el estado de alarma y no sabíamos qué podíamos y qué no podíamos hacer, solo queríamos volver a casa", dijo un Pione Sisto que sin embargo "era consciente de que iba a haber consecuencias por parte del club".
Pione Sisto reconoció que aún sabiendo que el Celta lo iba a castigar "merecía la pena para mí, para mi hermana pequeña y para mi familia. He aceptado las consecuencias que tiene una decisión como esta, pero no me arrepiento. Tengo que aceptar la responsabilidad por las cosas que he hecho, sí. Me fui a Dinamarca en coche y no hay ninguna disculpa".
Una de las grandes preguntas que se hizo mucha gente es cómo pudo atravesa Europa y cinco fronteras -Francia, Bélgica, Holanda, Alemania y Dinamarca- sin problemas. Pione Sisto revela que "no tuvimos ningún problema porque teníamos los papeles de la embajada y les contamos que íbamos camino a Dinamarca. La policía nos dejó pasar tranquilamente".