De primer plato, un empate
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El Celta de Vigo debutó con un empate en la primer partido de la pretemporada ante el Real Oviedo. Un Celta de dos caras, esperanzadora y casi notable con los teóricos titulares acompañados de un estelar Emre Mor. La peor noticia del encuentro es precisamente el turco, que tuvo que ser sustituido a la media hora por unas molestias sin determinar. El 2-2, con goles de Aspas y Emre Mor han dejado un buen sabor de boca como primer plato de la pretemporada.
El primer Celta de la temporada 2020/21 salía al césped de Balaídos con Renato Tapia, Miguel Baeza y Emre Mor como principales novedades respecto al la pasada campaña. Un equipo a medio construir y donde muchas piezas variarán pero en el que Mallo, Olaza, Aidoo, Beltrán, Aspas y Nolito mostraban que en una pretemporada tan atípica, corta y con pocos amistosos Óscar García quería engrasar la maquinaria celeste lo más pronto posibles.
Los primeros destellos llegaron por medio de las botas de Nolito, primero con un disparo que rebotó en la zaga ovetense y minutos después, en el 8', con un buen pase que no pudo controlar Baeza.
Error de Aidoo y Tapia
Pero fue el Real Oviedo el que en el minuto once tras un grave error de Aidoo y Tapia, los dos jugadores no se entendieron. Tampoco tuvo suerte Mallo en el rechace y Obeng puso por delante al Oviedo con la inestimable ayuda de los celestes.
Remontada con goles de Aspas y Mor
Aspas probó fortuna en el minuto 17, pero su disparo se marchó ligeramente desviado. El remate del moañés era el anticipo del tanto del empate que lograría el Celta en minuto 18 gracias a un centro de Mallo que remató Aspas de primeras. El portero del Oviedo, Femenías, sacó la pelota pero en el rechace al palo el esférico impactó en su brazo para acabar introduciéndose por la línea de gol.
El Celta disfrutaba de sus mejores minutos y en una internada de Nolito por banda izquierda el balón terminaba en los pies de Aspas. Este cedía el esférico a Emre Mor que se inventaba un portentoso remate, desde la frontal, que entraba por toda la escuadra para poner el 2-1 en el minuto 20.
Emre Mor proseguía con su festival de juego con algunos regates que destrozaban a la zaga asturiana. En sus botas pudo estar el 3-1 en el 27' pero Femenías adivinó la intención del turco y despejó el balón. La mala fortuna se cebó con el turco, que antes de la media hora tuvo que salir del campo con unas molestias. En lugar de Emre Mor entraba Brais Méndez, un jugador que apenas ha podido entrenarse en A Madroa tras haber dado positivo por coronavirus.
Renato Tapia se iba asentando con el paso de los minutos y barriendo los ataques ovetenses, pero cometió una dura entrada sobre Riki pasados los 35 minutos de juego de una más que aceptable primera mitad. Baeza pudo cerrar el primer tiempo con un bonito gol, pero su disparo se marchó ligeramente alto, rozando el larguero. Los pupilos de Óscar lograban darle la vuelta al marcador ante un peleón Oviedo que no se amilanó ante un rival de superior categoría.
Festival de cambios
El Celta no variaba sus piezas al comienzo de la segunda mitad, los vigueses seguían dominando la posesión y el juego de un encuentro con más ritmo del esperado para ser el primer amistoso de la pretemporada. Nolito se regaló un par de regates de más antes de buscar el tercero del Celta, el exceso de caracoleos del andaluz permitió a su par tapar el disparo en una nueva ocasión para el cuadro local.
En el minuto 60 Óscar García cambiaba a todo el equipo para dar entrada a Kevin, Araujo, Jorge Sáenz, Juncà, Okay, Solís, Gabri Veiga, Vadillo, Miguel Rodríguez, y Lauti. Dos futbolistas con ficha en el primer equipo como Juan Hernández y el Toro se quedaban en el banquillo, lo que podía anticipar que sus salidas están muy cercanas.
Empata Viti
Tantos cambios lastraron el ritmo del partido, apenas se acercaban a la meta rival salvo en alguna intentona de Vadillo, que también quiso mostrar su calidad a balón parado. Fue el Oviedo, a través de Viti , que se aprovechó de un claro desajuste de un Juncà al que se le notaba la falta de ritmo tras tantos meses parado por culpa de su hombro.
Los vigueses buscaron, de forma tímida, volver a ponerse por delante en el marcador, pero este Celta poco se parecía al de la primera mitad. Muchos canteranos y suplentes sobre el campo habían mermado las prestaciones de un equipo que no deja malas sensaciones en su primer partido de la pretemporada.
