Brais Méndez protagoniza la cuarta victoria consecutiva del Celta

En el partido más complicado, el más duro y áspero, Brais Méndez se erigió como un coloso de la mano de Aspas para certificar la cuarta victoria consecutiva del Celta de Vigo. Los vigueses suman 12 puntos consecutivos con un Coudet que iguala una racha con casi seis años de vigencia, la de Luis Enrique, al vencer 2-0 a un batallador Deportivo Alavés que está más dolido por la grave lesión de Rodrigo Ely que por la derrota.

Susto y de lo gordos sin que los jugadores se hubiesen asentado en el partido. Tapia, ejerciendo casi de líbero, resbalaba en la frontal del área celeste y perdía el balón. Lucas Pérez, uno de los futbolistas que caen mal entre la hinchada celeste por su pasado deportivista, se hacía con el esférico y tras un recorte buscaba el pase hacia Joselu, canterano del Celta, ya en el punto de penalti. El internacional peruano se rehízo de su error y pudo tapar el remate del delantero del Alavés. El encuentro comenzaba con un ritmo altísimo. El cuadro vitoriano volvía a gozar de otra buena ocasión en un saque de esquina donde Rubén Blanco atrapaba el balón casi en la línea de gol.

La altísima presión del Alavés complicaba la idea celeste de salir con la pelota jugada que pasado el minuto 10 se materializó logrando realizar la primera combinación efectiva. En una larga jugada al primer toque Nolito marraba la primera opción celeste de adelantarse en el marcador. Ya en el 13' Iago Aspas pecó de generosidad al querer regalar un gol a Nolito. El moañés, completamente solo delante de Pacheco, buscó el pase atrás a Nolito, que hubiese rematado sin oposición, pero la defensa vasca logró interceptar el pase de Aspas. La jugada, una vez repetida, podría haber sido anulada por fuera de juego.

Brais adelanta al Celta

El Celta se hacía con el mando del partido y solo algunos errores puntuales en la entrega del balón provocaban tímidas contras del Alavés. Pero este Celta en estado de gracia siempre tiene respuesta para sus rivales. Lucas Olaza dibujaba un centro al corazón del área y ahí, desde la segunda línea, cabeceaba Brais Méndez para poner el 1-0 en el minuto 19.

El Alavés, ahora a merced del Celta, que tenía más del 70 por ciento de posesión, se empleaba con dureza para cortar los ataques vigueses. Aspas, muy enfadado, recriminaba al colegiado su excesiva permisividad con las duras faltas de los babazorros. El propio Aspas estuvo cerca de aprovechar un despeje de Pacheco, que con su intervención salvaba a los suyos del segundo tanto al filo de la primera media hora del encuentro.

La mala fortuna se cebaba con Rodrigo Ely, en una acción fortuita. Con el central presionando a un rival, se lesionaba y era sustituido de forma inmediata por Tachi. El central brasileño, que ya se rompió el cruzado de su rodilla izquierda en 2018, puede sufrir la misma lesión, ahora en la rodilla derecha. El Celta pudo ampliar su exigua ventaja antes del descanso por medio de Nolito, que no estuvo tan fino de cara al gol como en partidos anteriores.

El convencimiento con el que juega el Celta desde la llegada de Eduardo Coudet, con todos los futbolistas más encima de la pelota, estuvo a punto de dar sus frutos nada más comenzar la segunda mitad. Sin embardo fue el Alavés, en un gran remate de cabeza de Joselu, el que estuvo muy cerca de marcar si no fuese por un Rubén Blanco que realizó la que va a ser una de las mejores paradas de la jornada. El mosense sacó un guante imposible ante la mirada estupefacta de un Joselu que no daba crédito.

El Alavés, ahora mucho mejor plantado sobre el césped de Balaídos, buscaba el tanto del empate a base de balones parados y errores en la entrega del Celta, reflejados en Renato Tapia, que no estuvo especialmente acertado con los pies. Los celestes iban cediendo terreno y cada vez estaban más incómodos en el partido. Coudet necesitaba agitar a su equipo ante el inicio del bombardeo que preparaban los pupilos de Machín que ganaba todos los centros laterales a un zaga, la del Celta, que comenzaba a sufrir.

Araujo, ya en el 65', evitaba el tanto de Jota. El disparo del canterano del Celta se encontraba con el cuerpo del mexicano tras recibir un buen pase de otro exceleste como Luis Rioja. El extremo zurdo le estaba ganando la partida a un Hugo Mallo sobrepasado en una segunda mitad, donde los vigueses estaban acusando el esfuerzo y la presión del rival. Baeza y Okay entraban al campo por Denis y Nolito, que no estuvieron especialmente acertados en el encuentro.

El Celta se blindaba con más centrocampistas y con el internacional turco al lado de Tapia. Los cambios sentaban bien al equipo y Aspas protagonizaba, pocos minutos después, dos buenas acciones de gol que hubiesen dado tranquilidad al equipo. Coudet prosiguió con su plan de ir reforzando la parte defensiva del equipo dando entrada a Fontán por Beltrán. El Celta pasaba a jugar con tres centrales.

Aspas asiste y Brais sentencia

El que no cambiaba era Aspas, pues el moañés se inventaba otra jugada de gol y asistía a Brais Méndez. Cuando mejor estaba el Alavés el que marcaba las diferencias había nacido en Moaña hace 33 años. Una nueva asistencia de Aspas en la que Brais solo tenía que poner la bota. El Celta, al filo del minuto 80, cerraba el encuentro y lograba la cuarta victoria consecutiva de la temporada para situarse cerca de los puestos que dan acceso a Europa, la palabra maldita e innombrable que siempre que se pronuncia acaba desdibujando el verdadero objetivo del Celta, que una jornada más deja la portería a cero.