Los errores individuales condenan al Celta en su cuarta derrota consecutiva

La sombra de Iago Aspas es muy alargada pero los errores propios todavía lo son más. El Celta de Vigo sumó su cuarta derrota consecutiva, un 2-1, en 2021 ante un Real Betis que se aprovechó de dos malas salidas de balón del conjunto olívico para darle la vuelta al tanto anotado por Santi Mina. Un doblete de Canales que deja en evidencia las carencias de un equipo sin opciones en su banquillo y que no podrá contar con Murillo y Denis Suárez, protagonista de un fallo grosero, ante el SD Eibar este próximo domingo en Balaídos.

Eduardo Coudet sorprendía alineando a Emre Mor, el turco gozaba de una oportunidad que otros compañeros ya habían tenido y no supieron aprovechar, para acompañar a Santi Mina y 'hacer' de Iago Aspas ante el Betis. Un Betis que comenzó dominando a placer y generando las primeras ocasiones por medio de Emerson, Fekir y Canales. Respondía el Celta con un buen robo en la medular por medio de Emre Mor. El atacante era capaz de dar la pelota a Mina antes de ser derribado por Víctor Ruiz y el vigués mandaba el disparo al palo.

De nuevo Emre Mor encaraba a Víctor Ruiz, ya con amarilla, y asistía a Nolito que mandaba el balón por encima del larguero de la meta defendida por Joel Robles. Emre Mor le había dado la vuelta al partido con dos acciones con las que buscaba dar los primeros pasos de su redención. El otomano pudo adelantar a los suyos antes del minuto 15 tras la internada de Mallo. El Celta estaba cómodo y tras varios intentos abría el melón por medio de Santi Mina. El delantero, bien colocado en el segundo palo, batía a Joel tras la prolongación de Brais Méndez.

El Celta se aprovechaba de la endeblez de la zaga verdiblanca, pero no tardaban los de Pellegrini en devolverle la moneda por medio de Lainez, Fekir y Canales. En un ataque al lado izquierdo de la defensa celeste el mexicano combinaba con todo un campeón del mundo como Nabil Fekir y este asistía a Canales que, completamente solo, ponía el cuero muy lejos de Rubén Blanco. Cuando el partido se acercaba a su primera media hora el Betis ponía las tablas en el marcador.

Emre Mor quería rebelarse, quería ser el estilete del Celta, su Iago Aspas. El díscolo atacante volvía a dejar un nuevo detalle del inagotable talento que pueden salir de sus botas en una nueva acción en la que rozó el gol. Junto a Tapia eran los encargados de contener a un conjunto rival que volvía a mandar en el Benito Villamarín y se aprovecha de un gravísimo error de Denis Suárez para poner el 2-1 antes de que el árbitro señalase el camino a los vestuarios.

El de Salceda de Caselas perdió el balón en un despiste incomprensible que permitió a Fekir hacerse con el esférico. El francés asistió a Canales y el cántabro volvía a batir a Rubén Blanco. Los de Coudet aún tuvieron la oportunidad de poner de nuevo las tablas en el marcador por medio de Murillo, pero en esta ocasión Joel Robles consiguió despejar el testarazo del cafetero para que los suyos se fuesen con ventaja al descanso.

A los de Coudet le quedaban 45 minutos por delante para intentar sacar algo positivo de un partido donde sus propios errores le habían puesto por detrás. Mandi y Emre Mor abrían las hostilidades en una segunda mitad de menos fútbol en la que el Celta perdía a Murillo por una posible rotura fibrilar en su pierna izquierda. Aidoo entraba al partido y el Betis intentaba aprovechar el desconcierto celeste para sentenciar el choque con un tercer gol que pudo llegar por medio de Loren, que pecó de generoso cuando pudo disparar tras pase de Fekir.

El Celta, al que le costaba progresar por dentro, si encontraba opciones de ataque desde los costados. Brais Méndez y Hugo Mallo eran capaces de superar la defensa bética y el capitán ponía un preciso centro al corazón del área local al que no llegaba Nolito, desaparecido todo el encuentro, por escasos centímetros. Coudet, consciente del mal encuentro del gaditano, apostaba por retirarlo del campo junto a un Emre Mor que fue de más a menos. Brais Méndez adelantaba su posición para ser el 'nueve' del Celta con Beltrán y Baeza de volantes.

El Betis, sabedor de las debilidades del cuadro vigués, presionaba la salida de balón donde a los vigueses se les apagaban las luces salvo en las ocasiones donde Brais Méndez bajaba a iniciar las jugadas. Necesitaba un gol el Celta, lo buscaba en un tramo final al que había llegado más entero que su rival. Pellegrini buscaba romper el ritmo del encuentro con la entrada de Álex Moreno de volante zurdo y de Borja Iglesias para intentar proteger el balón lo más lejos de su área.

En el Celta eran Brais Méndez y Hugo Mallo los dos hombres que agitaban al resto del equipo, demasiado previsible e inoperante. No sufría el Betis, incluso era capaz de tener la posesión del balón en los últimos minutos de un encuentro donde el Celta volvía a caer lastrado por sus propios errores y por su incapacidad para anotar sin Aspas.