El momento más feliz de una leyenda: "Tuve la suerte de poner el escudo y la cruz de Santiago en el pecho"

Borja Oubiña se ha convertido en embajador de LaLiga. El exjugador del Celta de Vigo llevará por el mundo su amor por el color celeste y por el escudo que porta la Cruz de Santiago. Enseñará qué significa la palabra 'afouteza' y todo lo que ha supuesto para él el equipo en el que se enroló hace 26 años. El ahora miembro de la dirección deportiva confesó que nada en su vida puede explicarse sin el Celta porque "en algún momento de mi vida tuve la suerte de poner el escudo y la cruz de Santiago en el pecho". Para el excapitán celeste no hay momento en su carrera más feliz que "poder vestir la camiseta del Celta".

Borja Oubiña, preguntado por Carlos Mouriño, recordó que entró en el Celta de Vigo con 13 años. "Sigue aquí con nosotros y ahora forma parte de esa gran familia de embajadores de LaLiga". Por ello el presidente de la entidad celeste le dio gracias por todo "lo que le ha dado al Celta" a lo largo de estos años. Por ello Carlos Mouriño aseguró que "mientras estemos nosotros Borja siempre será un gran activo del club".

El máximo mandatario del Celta de Vigo recordó los valores que han hecho de Borja una figura tan importante: "Nos ha demostrado con su fuerza, su tesón, su constancia, que se pueden superar muchas etapas por muy mal y complicadas que sean". Mouriño recordó su vida siempre ha estado "pegado al Celta en varias etapas pero siempre ahí, en las buenas, regulares y en las malas porque también te tocó sufrir con el Celta".

Borja Oubiña reconoció que "en ningún momento me imaginaba la carrera que pude tener". El exfutbolista señaló que a él le tocó vivir un momento "muy difícil en la que la presencia de canteranos era prácticamente residual".  "El club y el aficionado me ayudó y me empujó a cumplir un sueño que tenía desde pequeño", agregó. No dudó en señalar que su momento más feliz como celeste fue "poder vestir la camiseta del Celta. Para mí es un orgullo, todo lo que viene después es consecuencia de eso".

"Todo lo que me puede pasar ahora, o estar prorrogando mi carrera en el club, se debe porque en algún momento de mi vida tuve la suerte de poner el escudo y la cruz de Santiago en el pecho", aseguró el celeste. Su peor momento, a nivel colectivo, son cualquiera de los descensos que le tocó vivir dentro del club: "Es difícil para todos, para la gente que está dentro y para la gente que trabaja en el club. Son momentos complicados". En el plano personal las lesiones que han lastrado su carrera: "Son difíciles pero hay que agarrarse a los valores del deporte, a no olvidar que la vida se trata de levantarte cada vez que te caes. Todos los días experimentamos fracasos que hay que superar, y el deporte ayuda de manera fuerte a llevarlos".

Con su habitual humildad no quiso verse como un referente para la actual camada de canteranos: "Vivimos día a día y hemos convivido durante mucho tiempo. Compartimos todas las experiencias de mi parte y su parte" de ahí que entienda que "el crecimiento de las personas no va en una sola dirección" lo que provoca que él aprenda de ellos y los canteranos aprendan de él. Recordó que en su momento en el Celta apenas se creía en la cantera "el haber superado barrera ayuda a que la gente que viene ahora lo tenga más sencillo, pero siempre con normalidad y tranquilidad. La gente es inteligente y trata de aprender"