El fiscal mantiene la acusación contra Santi Mina por agresión sexual
El fiscal Miguel Blasco ha elevado hoy a definitivas sus conclusiones y ha mantenido su petición de ocho años de prisión para el futbolista Santi Mina por la presunta agresión sexual a una mujer que habría tenido lugar el 18 de junio del 2017 en Mojácar (Almería).
Durante la que debía ser la última sesión de la vista oral que se sigue ante la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Almería, el fiscal únicamente ha modificado su escrito para incidir en que Mina actuó de forma “sorpresiva”, que no iba desnudo sino en calzoncillos cuando ocurrieron los supuestos hechos, y que éstos ocurrieron en un “vehículo” y no en una caravana.
También ha mantenido su acusación el abogado de la denunciante, Iván Bolaño Piña, quien en este caso pide nueve años y medio de prisión para Mina y el futbolista David Goldar, ya que apunta que a pesar de no haber participado activamente en la presunta agresión sexual, no hizo nada para evitarla.
“Creemos que hay pruebas más que suficientes, que una valoración objetiva y racional de todos los informes forenses, hay hasta seis informes psicológicos, uno de lesiones, varios intermedios, partes de asistencias... todos corroboran” la agresión, ha dicho a los medios tras terminar la tercera sesión del juicio.
El letrado ha reconocido que el abogado de David Goldar, Manuel Ollé, “ha hecho muy buena exposición” en esta sesión lo que, para él, no quita que existan pruebas para demostrar su versión de los hechos, apuntando que en ningún momento se han planteado retirar la acusación contra este futbolista, sino antes al contrario, valorar la posibilidad de imputarle una participación mayor.
“El hecho de que en un momento dado la víctima, como una psicóloga ha dicho, haya podido bloquear, anular, ciertos elementos, que es exactamente lo que confirma el shock postraumático, no tiene la entidad suficiente como para desvirtuar toda la declaración después de cinco años manteniendo la misma versión”, ha insistido.
La que no ha presentado su informe final ha sido la abogada de Mina, Fátima Magdalena Rodríguez, ya que por falta de tiempo se ha señalado para este viernes una última sesión en la que presentará el mismo y se dará el derecho a la última palabra a los acusados.
Sí que ha podido hacerlo el letrado Ollé, quien ha expuesto como versión exculpatoria que la denunciante se fue voluntariamente a una furgoneta con Goldar y que cuando a Mina le entró sueño se fue a dormir a este vehículo, quitándose la ropa fuera y quedándose en calzoncillos por el reducido espacio del automóvil.
Ha señalado que entró para buscar un reloj que teóricamente había perdido -algo que ha sido cuestionado por el fiscal al oponerse a la versión de que tenía sueño-, y que se tumbó en el interior de la furgoneta, de forma que fue la mujer la que, según el letrado, le habría realizado tocamientos.
Según Ollé, cuando la denunciante se dio cuenta de que no era Goldar, habría abandonado el lugar y llamado a sus amigas, señalando entonces que había sido agredida sexualmente.
Durante esta sesión se han practicado también diferentes periciales, como la del ADN que ha sido aceptada sin necesidad de que declaren los peritos que la realizaron, así como la de psicólogos que atendieron a la denunciante en Madrid y Baleares que han incidido en el shock postraumático que presenta la mujer, que llegó a “vomitar” en una papelera al recordar el hecho durante una sesión.
También lo han hecho dos catedráticos que han actuado como peritos de parte de la defensa que han realizado una evaluación y análisis de las peritaciones psicológicas, apuntando que el juicio clínico de las mismas es “erróneo” y que el tratamiento recibido por la mujer debería haber sido mayor de ajustarse a lo expuesto por dichos expertos.