El Celta se entrega en las áreas: regala dos goles y perdona otros dos

El Celta de Vigo ha caído en el Camp Nou. El resultado ante el FC Barcelona no refleja el juego desplegado por ambos equipos, ya que los de Eduardo Coudet fueron mejores durante muchos minutos. Pero en el fútbol las áreas mandan y los vigueses fallaron de forma clamorosa en las dos. En defensa las pifias de Dituro y Araújo regalaron tres goles. En ataque Iago Aspas perdonó otros dos goles. Con esta losa en la espalda las opciones de sumar al menos un punto se redujeron a la mínima expresión. El Celta perdió 3-1 ante el Barcelona por sus propios errores que los de Xavi no dudaron en aprovechar.

Quitarle el balón al Barcelona en el Camp Nou es algo que está vetado a muchos equipos. No al Celta. Los vigueses salieron al césped dispuestos a no cumplir el guion esperado incluso por Eduardo Coudet en la rueda de prensa previa al encuentro. Con Aidoo como lanzador de todas las jugadas. Con Aspas moviéndose entre líneas obligando a Jordi Alba a perseguirle por todo el campo y con un Celta que perdonó el 0-1 en el minuto 13 tras una pifia global de Alves, Araújo y finalmente del propio Aspas arrancaba el duelo del Camp Nou. El moañés, solo y con todo el tiempo del mundo ante Ter Stegen, estuvo tan lento en el remate que Ronald Araújo pudo enmendarse de su gravísimo error.

Bien plantado sobre el campo el Celta maniataba al cuadro azulgrana. Solo sus centrales  jugaban con tranquilidad. Cuando los de Xavi Hernández intentaban pasar de mediocampo aparecían Cervi, Denis Suárez, Brais Méndez y Beltrán para quitarles el balón. Una internada de Cervi, en la que reclamó un agarrón dentro del área de Dani Alves, y un centro del mismo protagonista metían el miedo al conjunto local. Nada en ataque de un Barcelona que sentía los pitos de su grada cuando el partido se acercaba a su primera media hora de juego.

Ni así logró adelantarse el Celta porque en la primera acción de peligro del Barcelona llegó el 1-0. Dembélé rompía a Cervi y Galán con un solo gesto. Avanzaba por banda y ponía el balón en el punto de penalti. Memphis remataba de primeras y Dituro se comía la pelota. Aún con el resultado en contra el Celta buscó ser mejor. Quería la pelota y buscaba el empate por medio de Aspas. Era Thiago Galhardo quien tenía la más clara pero Ter Stegen se iba abajo para quitarle el gol al brasileño ante el asombro de Coudet y todo el banquillo celeste. Los vigueses habían sido mejores pero encajaban un segundo gol en el minuto 40.

Memphis Depay le ganaba la espalda a Aidoo. Su centro era mal despejado por Araújo y Aubameyang recogió el balón para batir a Dituro. Los dos centrales celestes erraban, sobre todo el mexicano, para regalar el 2-0 al Barcelona. Lanzado por los dos regalos del Celta el Barcelona tuvo incluso opciones de irse con más ventaja al descanso. Todas las buenas intenciones del cuadro olívico se diluyeron en dos jugadas aisladas en las que pagaron con goles sus errores.

Los dos goles no eran la única mala noticia que dejaba la primera mitad porque Kevin Vázquez se quedaba en el banquillo lesionado. En un choque con Ferrán Torres se hacía daño en el tobillo izquierdo. El Chacho metía en el campo a Murillo desplazando al lateral derecho a Aidoo. Aubameyang marcaba el 3-0 tras una jugada individual de Dembélé. El francés, ante la nula oposición de Araújo, asistió al delantero, que le había ganado la espalda a Brais Méndez llegando desde segunda línea.

Quiso ponerle un poco de emoción Ter Stegen al fallar en una entrega regalándole el balón a Cervi. El argentino asistió a Aspas para marcar el 3-1 en el 50'. Intentó el Celta meterse en el partido y tuvo ocasiones para acercarse más al marcador pero en una contra del Barcelona Riqui Puig buscó la espalda de la zaga celeste. Memphis controló el cuero y Murillo lo derribó. El colegiado no dudó en expulsar al central colombiano. El Celta se quedaba con diez mientras el Camp Nou se quedaba helado. Riqui Puig y Araújo chocaban cabeza con cabeza. El central uruguayo caía desplomado. Las asistencias entraban para retirar, ya en ambulancia, al defensa con todos los jugadores pendientes del estado físico de su compañero.

Tras unos angustiosos minutos el central mostró síntomas de recuperación. Entre aplausos se iba el azulgrana. Con el miedo en el cuerpo y completamente desconectados del encuentro Aspas tuvo una ocasión inmejorable para marcar. Inexplicablemente todos sus movimientos y decisiones fueron erróneos. Todo le salió mal al moañes por segunda vez en el encuentro. Fallaba un gol cantado que hubiese metido al Celta en el partido con más de veinte minutos por delante. Nada más pasó en un partido que contó con 11 minutos de descuento en los que Gabri Veiga y Fontán entraron al campo para sumar más minutos con el primer equipo, aunque fuesen de 'la basura'.