Paciencia revela cómo se rompió la mano: "Me cabreé, pegué un puñetazo y la pared me ganó"

Gonçalo Paciencia, delantero del Celta de Vigo, reveló cómo fue el momento en el que se rompió dos dedos de su mano derecha tras darle un puñetazo a una pared en el estadio de Balaídos. Fue tras notar un pinchazo en su pierna izquierda. El portugués supo en ese mismo momento que se había lesionado. Los servicios médicos confirmaron una rotura fibrilar de grado II en el bíceps femoral que le iba a alejar de los terrenos de juego varias semanas. Fruto de la frustración golpeó una pared y se fracturó dos metacarpianos de su mano derecha por lo que tuvo que ser operado. Gonçalo Paciencia, ya completamente recuperado, recordó como fue ese momento de cabreo y mala fortuna. "La mano ya podría jugar al día siguiente pero la pierna tuve que esperar un poco más", señaló.

Relató Paciencia como fue ese momento: "Me lesioné ya en la pierna y ya sabía, porque lo sentí. Los futbolistas ya conocemos todas las señales que nos da el cuerpo y cuando veo que el cuerpo me da la señal de que me lesioné sentí una picada. Me cabreé un poco y de camino al vestuario pegué un poquito ahí en una pared". "Pensaba que era una pared falsa pero al final no era. Me ganó la pared pero puede pasar", bromeó.

"No hay muchos futbolistas que les pasará pero después de esto recibí muchos mensajes de mucha gente que le pasó lo mismo" explicó el celeste. Para Paciencia este puñetazo demuestra que "las ganas que tengo de triunfar y de hacer goles porque, hablo por mí, voy a ser muy egoísta pero tengo muchas ganas, más que todos". "Tengo una cicatriz ahora y una historia para contar más", añadió el 'nueve'.

Reconoce que esa lesión le frustró porque " llegué, hice dos goles. Todo fue muy rápido porque tenía muchas ganas de ayudar y de triunfar en el Celta". "Es normal que me frustre un poco cuando pasa una lesión. Fue lo que pasó pero creo que es normal porque quiero jugar, me encanta jugar, estar ahí y ser protagonista", agregó el delantero portugués que confesó que no estar con el equipo "es tirarme algo que me da la vida. Me tiran eso y me tiran todo y por eso me frustré un poco".

De su rotura fibrilar señaló que "estoy bien ya, entrenando con el equipo y con buenas sensaciones". "Creo que estoy listo ya para ser una opción más para ayudar al equipo. No tengo ya problemas, estoy muy bien y me siento bien porque me recuperé bien".