El Celta roza la tragedia en Balaídos en una pírrica actuación ante el Alavés

El primer punto de la temporada en Balaídos deja más dudas que certezas. El Celta de Vigo cuajó un pésimo encuentro ante un recién ascendido como el Alavés. Starfelt salvó a los vigueses de perder con dos acciones en los últimos minutos que salvaron al menos un punto. Rafa Benítez, con un arranque de temporada pésimo, no está en la cuerda floja. El club confía en su proyecto pero la nave celeste hace aguas en casa, con un punto en cuatro partidos, y sigue en puestos de descenso. El equipo no tiene gol ni juego. Rafa Marín, con un error impropio de un infantil, dio el 1-0 al Celta. No supo amarrar la ventaja el Celta. Terminó cediendo un empate con uno menos mientras parte de Balaídos despedía al equipo con silbidos, ahogados con aplausos desde la Grada de Animación. Sonido de viento desde las gradas, desesperadas por la falta de juego y victorias de los suyos.

Línea de tres centrales

El Deportivo Alavés salía a Balaídos con un solo 'nueve' Samu Omorodion. El joven nigeriano, pretendido en A Sede por el cuadro vigués, era la principal amenaza del conjunto babazorro. A pesar de ello Rafa Benítez volvió a apostar por tres centrales y dos carrileros. El técnico celeste ha dejado claro que quiere construir el equipo desde la solidez y que mantendrá ese dibujo hasta que los suyos sepan defender y atacar con línea de cuatro atrás.

Un planteamiento a priori rácano ante un recién ascendido que fuera de su estadio que aún  no había logrado sumar un punto ni marcar un gol fuera de su estadio. Viendo la primera parte protagonizada por los vigueses Rafa Benítez tiene razón. Errores de Starfelt, Unai Núñez, Ristic o Iván Villar daban alas a los de Luis García Plaza.

El Alavés llegaba con más peligro gracias a la superioridad en mediocampo y los fallos celestes. El peor nivel de los vitorianos permitió a los celestes sobrevivir a sus propios errores. Con uno menos sobre el campo llegó el merecido gol del Alavés. La zaga de tres centrales naufragó, sobre todo en el lado de Unai Núñez aunque el gol llegase por el costado de Aidoo. Los laterales también estuvieron blandos ante los de Luis García. Pudieron caer más goles. Les salvó la falta de puntería del Alavés.

Jonathan Bamba, un puñal para el Celta

Luís Campos convenció a Jonathan Bamba para jugar en el Celta. Tras ser una estrella en el Lille no le faltaban ofertas al costamarfileño para firmar por equipos de más pedigrí. Los vigueses pusieron muchos fajos de billetes sobre la mesa y el director deportivo luso hizo el resto. Su inteligencia sobre el campo, con o sin balón, es indiscutible. Bamba es distinto, Bamba es mejor que muchos de sus compañeros. Regaló un gol a Mingueza, que falló el lateral, y casi lo logra con otro centro desde la línea de fondo que despejó Rafa Marín.

Quitando los destellos de Iago Aspas todo el juego ofensivo recaía en el costamarfileño. La falta de fútbol en la medular viguesa lastra el caudal ofensivo del equipo. Bamba encontró nuevos compañeros de ataque con Douvikas y Carles Pérez en la segunda mitad. Poco más pudo hacer. De más a menos terminó desapareciendo como el resto del equipo.

Iago Aspas sigue sin estrenarse

Séptima jornada de Liga y séptimo partido sin gol de Iago Aspas. El moañés no estuvo al nivel de encuentros previos. Rafa Benítez ya advirtió que tocaba cuidar y dosificar al moañés. También recordó que en los entrenamientos sigue marcando golazos por ello no estaba preocupado por su sequía. Esta se prolonga desde el pasado 18 de marzo.

Iago Aspas, que esta temporada suma dos asistencias, lleva seis meses y medio sin ver portería. Su espalda tiene buena parte de culpa. Más la tiene la configuración de una plantilla sin calidad en mediocampo que le obliga a jugar a 30 metros de la portería. La obra de Luís Campos

Intentar sobrevivir con uno menos

Luca de la Torre, con una inocente entrada, vio la segunda amarilla del partido. Rafa Benítez había sustituido a Beltrán dejando al estadounidense con una cartulina sobre el césped. Le dio a Ianis Hagi. No dudó Soto Grado en amonestar a De la Torre. Con el 1-0 en el marcador, obra de Rafa Marín en propia meta, el Celta se atrincheró en su área para intentar proteger la victoria. Es tan endeble este equipo que el tanto del empate, obra de Samu Omorodion, llegó en el 73' tras pase de Javi López. Cinco minutos aguantó el Celta su gol de ventaja.

Starfelt salvó el 1-2 sobre la línea de gol. El Celta estaba noqueado ante un recién ascendido. Tuvo que intervenir una vez más el sueco para evitar el gol del Alavés. Pésimo partido del Celta, una segunda mitad impropia de un equipo de LaLiga EA Sports, y muchas dudas con una plantilla carente de calidad en mediocampo.