José Gainzarain y Celta se verán las caras este 30 de junio en el Juzgado de lo Social Número 2 de Vigo

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El CEO Corporativo solicita una importante indemnización al Celta por su despido
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No hubo acuerdo en el SMAC, Servicio de Mediación Arbitraje y Conciliación
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Los números del Celta: 33.901 celtistas con 4.022 personas en lista de espera
El 27 de marzo ElDesmarque anunciaba que el Celta de Vigo había tomado la decisión de despedir a su CEO Corporativo, José Gainzarain, y Sonia García, su directora financiera. El incumplimiento de los objetivos marcados y la injerencia en otras áreas ajenas a su responsabilidad provocaron su salida. Tras no llegar a un acuerdo en el Servicio de Mediación Arbitraje y Conciliación su despido se dirimirá en el Juzgado de lo Social Número 2 de Vigo.
El juicio está fijado, tal como informa el Faro de Vigo, para el lunes 30 de junio. A las 12 horas todas las partes deberán volver a verse tras una salida traumática del Celta. El antiguo CEO Corporativo solicita una importante indemnización económica al considerar que su despido no tiene causas justificadas.
En su comunicado a los medios de comunicación José Gainzarain apuntó que "en cuanto a la decisión de Marián Mouriño respecto a mi persona, lo único que conozco hasta la fecha es que ha habido una "pérdida de feeling".
El Celta, tras la noticia adelantada por este medio, que explicaban que la salida de José Gainzarain y Sonia García se debía al "incumplimiento de las expectativas en el área económica". Tal como explicó ElDesmarque se esperaba un largo proceso que ante la falta de acuerdo en el SMAC -Servicio de Mediación Arbitraje y Conciliación- ha derivado en juicio.

José Gainzarain llegó al Celta como una apuesta personal de Marián Mouriño. El 1 de octubre del año 2023 tomaba las riendas del área financiera del club tras la desaparición de la figura de un Director General, puesto que había ocupado durante años Antonio Chaves bajo la presidencia de Carlos Mouriño. El objetivo era racionalizar los gastos, aumentar las fuentes de ingresos y trazar un plan estratégico que permitiese que el Celta siga presentando pérdidas.
En la pasada Junta General de Accionistas la presidenta desgranó las líneas maestras del club hasta 2028: "Presentamos la senda 2028 que guiará al Celta en los próximos años. Un plan que reforzará y mantenga la conexión con la comunidad. Que nos ayude a mejorar la competitividad deportiva y nos lleve a recuperar la consistencia económica que necesitamos para garantizar la viabilidad del club a largo plazo".
Durante este periodo el objetivo que se había marcado el Celta era mantener un patrimonio neto superior a 60 millones de euros mientras se mejoran los ingresos ordinarios desde los 70 a los 90 millones de euros al año. Un proceso que permita tener una mayor capacidad de gasto en la parcela deportiva a la par del refuerzo de la estructura de cantera.
El club entendió que José Gainzarain, para tomar la decisión de su despido, no logró aumentar los ingresos más allá de las tradicionales vías como la venta de jugadores, abonos, taquillas, patrocinios y mercadotecnia. No han aparecido fuentes nuevas de financiación que respalden su gestión al frente del área financiera. De hecho si el club no vende jugadores antes del 30 de junio, a pesar de su buena temporada, volverá a presentar números rojos.
En el Celta entienden que el CEO Corporativo se extralimitó en sus funciones invadiendo áreas, incluso la deportiva, que no le correspondían. Esto provocó un deterioro progresivo en su trabajo diario llegando a generar situaciones embarazosas con distintos proveedores que el Celta, en cuanto fue consciente, subsanó de manera inmediata. Su interés por otras áreas del club provocó fricciones con el resto de responsables de la institución.
Ahora será el Juzgado de lo Social Número 2 de Vigo quien determine si el despido de José Gainzarain y Sonia García es procedente. En juego está una importante cantidad económica que podrían afectar de manera notable al presupuesto del Celta de Vigo en caso de que el juez falle a favor de los dos trabajadores despedidos.