Tarde plácida en Riazor

No fue un partido trampa. Gaizka Garitano había avisado en la previa de que el Deportivo no se confiaría por recibir al colista o por los elogios recibidos tras su buena actuación en el Santiago Bernabéu y así fue. Los blanquiazules, que continuaron con su excelente nivel de juego de las últimas semanas, fueron capaces de vencer con claridad a Osasuna (2-0) y sumaron tres puntos vitales para tener unas Navidades más placenteras. Este miércoles Riazor acogerá el partido de vuelta ante el Real Betis con la necesidad de remontar para continuar en la Copa del Rey, pero lo hará con la tranquilidad de verse con 16 puntos y fuera de descenso.

Desde el minuto uno y hasta el noventa, el Dépor fue capaz de maniatar a su rival desde la posesión y mostró un juego fluido, serio y por instantes incluso brillante, con Guilherme como director de orquesta desde el mediocentro y las apariciones de Gil, Çolak y Babel en tres cuartos de campo para desequilibrar desde la combinación. 
Pero fue a balón parado, aspecto al que Gaizka Garitano concede mucha importancia y que hasta el momento le estaba dando poco beneficio, donde encontró el Dépor la manera de abrir el partido. Florin Andone, que continúa con su racha positiva de juego y goles, apareció en el primer palo y se elevó por encima de todas las cabezas para enviar a la red un gran centro de Çolak desde la izquierda.
Con marcador a favor, se dedicó cuadro local a mantener la pelota y moverla con absoluta paciencia ante un Osasuna que prácticamente solo atacaba con Sergio León y que se mostró siempre replegado y, sobre todo, sin fe: nunca transmitió creer en el plan de su entrenador, que esta vez dispuso una línea de tres centrales que tampoco le hizo defender mejor. 
Así que parecía cuestión de tiempo que llegara el segundo gol del Deportivo y así fue: poco antes del descanso, Andone dejó de espuela para Gil, que corrió hasta línea de fondo y la puso con la derecha al segundo palo para que Babel apareciera solo y cabeceara a placer. 
Ya en el entretiempo, apareció en un elemento inesperado que convirtió la tarde aún en más especial. Los focos de Riazor se apagaron todos de golpe y la afición respondió inmediatamente con los flashes de sus teléfonos móviles creando una estampa espectacular y convirtiendo los quince minutos sin luz en una auténtica fiesta.
Con la luz de vuelta, el escenario siguió siendo exactamente el mismo y el Dépor logró que su triunfo no peligrara en ningún momento, sabiendo defender el resultado con la pelota y mirando incluso hacia el tercer tanto, que pudo llegar en varias ocasiones pero se le resistió tanto a Çolak como a Babel. Precisamente el holandés terminó siendo uno de los protagonistas al ser ovacionado por Riazor bajo el cántico de "Babel quédate" cuando fue sustituido.
Continuando con su magnífica racha de juego, el conjunto de Gaizka Garitano consiguió su segunda victoria consecutiva en Riazor y pondrá ahora la atención en la Copa del Rey, para tratar de remontar la eliminatoria ante el Real Betis (1-0 en el Benito Villamarín).

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