Fiesta para seguir en la Copa

Si la noche de este miércoles tenía un significado especial para alguien en el Deportivo, sin duda esos hombres eran Luisinho y Ryan Babel. Por motivos muy distintos, pero ambos partían ya como protagonistas en la previa y lo fueron también durante el choque. Por un lado, el portugués buscaba su revancha personal ante Víctor Sánchez del Amo y la encontró con un auténtico golazo de volea que fue clave en la eliminatoria; mientras que el holandés vivía su noche de despedida -no confirmada pero sí decidida- y la redondeó con un buen tanto.

Antes, los nombres propios habían sido Álex Bergantiños y Alejandro Arribas. El mediocentro coruñés, inédito en Liga, tampoco dispuso de la oportunidad en Copa y empezó en el banquillo para que Guilherme repitiera titularidad mientras que el central fue el encargado de abrir el marcador. Cuando ninguno de los dos equipos habían aclarado aún sus roles, Fajr puso un gran centro desde la izquierda a balón parado y Arribas apareció en el segundo palo para rematar raso y empatar la eliminatoria.
Desde entonces, fue el Betis el que se hizo con el mando del partido comenzó a meter al Dépor en su propio campo, sacando bien la pelota desde atrás gracias a sus tres centrales y encontrando siempre por dentro a Dani Ceballos, que dominó hasta el descanso con autoridad y generó lo suficiente para merecer un gol. Si no llegó el tanto bético fue porque Rubén Martínez, que volvió a gozar de minutos por delante de Lux, se hizo grande en dos ocasiones y evitó taponando con su cuerpo los tantos de Piccini y Alegría.
Tras el descanso, salió ligeramente mejor el Dépor y aprovechó un pequeño arreón para poner tierra de por medio y encarrilar el cruce con los dos golazos ya mencionados: Luisinho enganchó una volea espectacular desde la frontal para hacer el 2-0 y acto seguido Babel se adelantó a la defensa en el segundo palo para controlar y definir con clase. 
Como era de esperar, sonó entonces y de manera atronador el cántico de la semana: '¡Babel quédate!'. El holandés, que se había mostrado frío ante Osasuna, sí tuvo esta vez gestos de agradecimientos para una grada que le adora y que intentó quemar los últimos cartuchos para evitar su marcha al Besiktas. 
Prácticamente en su primer acercamiento del segundo tiempo, logró meterse de nuevo en el partido el Betis con un gol de Piccini, que empujó en el segundo palo una jugada un tanto rocambolesca. Pudo quedar en nada ese gol a los diez minutos, pero Joselu -que estaba jugando bien pero no había tenido opciones de marcar- mandó a las nubes un penalti provocado por el propio Babel que habría significado la sentencia.
En la recta final, en la que Víctor Sánchez del Amo arriesgó con tres delanteros sobre el campo, volvió a aparecer Rubén con una parada salvadora mientras que Garitano trató de temporizar con los cambios, entre los que tampoco estuvo Bergantiños -Bruno, Borges y Çolak-. Con incertidumbre pero poco sufrimiento real, resistió el Dépor y cerró una remontada que le permitirá seguir disfrutando de la Copa en enero e irse de vacaciones con las mejores sensaciones.

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