La portería del Dépor, el talón de aquiles

La salida de Germán Lux sembró un reguero de dudas sobre la portería del Dépor. Desde la pretemporada, Pepe Mel insistió en la necesidad de contratar a otro arquero ante la falta de confianza en Tyton, que compitió en primera instancia por un puesto con un Rubén Martínez lesionado sobre la bocina del cierre del mercado de fichajes.

Precisamente esta lesión del meta de Coristanco, que está cerca de recibir el alta médica y podría reaparecer ante el Málaga, propició la llegada de un internacional. Pantilimon aterrizó en A Coruña con la fama de su altura y su solvencia. A tenor de lo visto sobre el campo hasta ahora, nada más lejos de la realidad.
Las dudas siguen sobre el césped del ABANCA-Riazor. Mel, ya extécnico, optó por Tyton hasta que, cansado de errores, le dio el relevo a Pantilimón. La situación no mejoró y, antes de su despido, subió a una solución de emergencia y futuro del Fabril: Francis Uzoho.
La llegada de Cristóbal Parralo reinició el ciclo de porteros. Tyton jugó en copa, pero sus prestaciones fueron similares. Pantilimón lo relevó en liga, pero su fallo en el minuto 90 ante el Atlético, que le costó al Dépor un punto, hizo saltar de nuevo por los aires la falsa tranquilidad de los arqueros. La sombra de Lux es muy alargada. La estabilidad del argentino será difícil de repetir, salvo que Rubén regrese a buen nivel.