Balón de oxígeno
Presionado por sus propios resultados y el empuje de los tres equipos situados en los puestos de descenso, el Deportivo necesitaba sumar una victoria ante un Leganés acomodado en la zona media-alta de LaLiga Santander. Los coruñeses se adelantaron en el marcador gracias al tercer tanto de Adrián en la presente temporada y acabaron logrando el objetivo deseado dejando su meta a cero.
El primer tiempo se inició con el escenario esperado: el cuadro coruñés llevó la iniciativa, circuló la pelota con parsimonia desde la zona de centrales y logró encontrar a Çolak en posiciones intermedias. Las recepciones del turco entre líneas y las arrancadas de Adrián desde el costado izquierdo incomodaron a la zaga pepinera, resguardada en el 4-4-2 hermético de Garitano.
Al cuadro coruñés le faltó encontrar la ansiada profundidad por los costados, pero lo camufló recuperando pronto el esférico tras perderlo. La presión sobre los mediocentros dio los frutos deseados en el minuto 24: Çolak recuperó un balón en las inmediaciones del área gracias a un error infantil de Diego Rico en la entrega y probó el lanzamiento con su pierna izquierda. Cuéllar, inconsistente, rechazó la pelota, Lucas apuró a Raúl García y el balón acabó en la cabeza de Adrián, que se lanzó en plancha para mandarlo al fondo de la red.
Adrián anotó el tercer gol de la temporada en su partido 100 como deportivista
El 1-0 dio tranquilidad al equipo blanquiazul, ansioso en algunos tramos del primer tiempo, y el Leganés tampoco intentó poner en apuros a Rubén antes del descanso. Los madrileños lo fiaron todo al juego directo sobre Beauvue y no exigieron en ninguna ocasión al guardameta de Camariñas, inédito hasta el entretiempo.
El segundo periodo comenzó con el Leganés queriendo adelantar la línea defensiva unos metros. Garitano retiró a Rubén Pérez, dio entrada a Gumbau y mandó calentar a varias de sus alternativas más ofensivas. Siete minutos tardaría el míster visitante en volver a mover el banquillo: Szymanowski dejó su plaza a En el bando rival, el Dépor comenzó a cargarse de cartulinas: Borges y Guilherme tuvieron que jugar en riesgo prácticamente un tercio del encuentro.
El Deportivo encaró la recta final del partido con la intención de sentenciar. Çolak dispuso de un remate franco en el corazón del área y Carles Gil mandó a la madera un disparo muy tocado a la salida de un córner botado en corto.
Cristóbal asistía desde la banda a las acometidas de sus jugadores, que merecieron con claridad gozar de mayor ventaja en el electrónico. El técnico deportivista no quiso tocar nada hasta los últimos compases del choque. Adrián tendría la sentencia en un disparo desde la frontal con la zurda que se marchó a un metro de la portería defendida por Cuéllar.
Sin tiempo para más, el triunfo por fin se quedó en Riazor.
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