Quique González, el humilde goleador
Quique González fue el gran protagonista del Deportivo de La Coruña ante el Granada CF. Sin embargo, el delantero vallisoletano demostró una gran humildad al finalizar el partido. Es de esos futbolistas que preferirían no marcar y que el equipo ganara, aunque eso supusiera que su nombre no estuviese en boca de todos.
El atacante, que firmó un doblete, quiso dedicarle sendos goles a la afición herculina, ya que, como él mismo confesó, "tenemos una espectacular y con ellos conseguiremos victorias". Y, sobre todo, declaró estar "muy feliz con el trabajo del equipo". Lo que en fútbol se conoce como un goleador colectivo.
Quique González dotó al Dépor de la energía positiva y la actitud -y aptitud- necesarias para alzarse con la victoria y dejar los tres puntos en A Coruña. Con su templanza al lanzar desde los once metros, dejó boquiabiertos y a la vez sonrientes a los espectadores en Riazor.
Pero el de Valladolid insistía: humildad ante todo. "Y paciencia, que ahora están saliendo las cosas bien, pero esto es muy largo", insistió.
Y con la cabeza fría, el corazón caliente y, sobre todo, mucha calidad, volvió a dejar ojipláticos a los allí presentes y a los que vieron el partido desde sus casas. Una maniobra perfecta para recibir un balón de Edu Expósito desde la derecha, revolverse en el área y, con un disparo cruzado imparable, dejar casi sentenciado el partido.
No obstante, Quique seguía sin creérselo. Consciente de que su debut en Riazor, "ganando el equipo y anotando dos goles" es un debut espectacular, el ariete insistía en que "esto no ha hecho más que empezar y queda mucho aún". Y ojalá sea así y los cuatro goles que ya suma el de Valladolid se sumen a otro puñado de tantos hasta final de temporada.
Para que el Deportivo, el deportivismo y el fútbol puedan seguir disfrutando, sonriendo y, sobre todo, aprendiendo de su humildad.