La pasión de Ortolá marca el camino
La satisfacción con la que celebra las victorias del Deportivo Adrián Ortolá no pasa desapercibida para buena parte de los seguidores blanquiazules. Inédito esta temporada en LaLiga 1|2|3, el guardameta propiedad del Barcelona B vive con tensión cada duelo y es uno de los primeros y también de los más animados a la hora de festejar los triunfos del conjunto coruñés.
En Granada, Ortolá salió del banquillo con rabia y las manos en alto tras el pitido final de Pizarro Gómez (0-1).
El Deportivo consiguió en territorio nazarí un botín importante en la pelea por lograr el ascenso directo a Primera, un objetivo del cual el arquero valenciano solo puede ser partícipe en los entrenamientos. Al menos hasta la fecha.
La inmaculada temporada de Dani Giménez imposibilita que el exguardameta del Alavés se estrene con la camiseta del Deportivo en partido de Liga. De hecho, la derrota del cuadro coruñés en la Copa del Rey frente al Real Zaragoza (2-1), allá por el mes de septiembre, frenó en seco su progresión en la meta herculina.
Desde entonces, Ortolá solo se vistió de corto en el Teresa Herrera. Frente al Athletic Club, el Dépor empataría a dos goles y acabaría cayendo en la tanda de penaltis. Tres meses después de la celebración de la LXXIII edición del trofeo, Adrián sigue esperando una oportunidad que amenaza con no llegar si no media una sanción o una lesión de Dani.
Debute o no en Liga, lo cierto es que su aportación a nivel de vestuario y la implicación con la que está viviendo su etapa en A Coruña queda de manifiesto en estas situaciones límite en las que los nervios afloran y la pasión se desata.
Sin duda, un ejemplo a seguir.