Pesar en el deportivismo por el fallecimiento de Carlos Torres Barallobre
El deportivismo ha amanecido con tristeza este viernes tras conocerse la muerte del exjugador del Fabril y del Deportivo en los años 50, 60 y 70, Carlos Torres Barallobre. El club herculino ha enviado su pésame y su apoyo a la familia a través de sus redes sociales.
Fallece Carlos Torres, exjugador y exentrenador de Fabril y Deportivo https://t.co/8RI7wIgKZQ pic.twitter.com/MhS8sRMk3O
— RC Deportivo (@RCDeportivo) October 30, 2020
Así reza el pésame del Deportivo:
"Carlos Torres Barallobre, jugador y entrenador tanto del Fabril como del Deportivo en los años 50, 60 y 70, falleció hoy en A Coruña a los 86 años de edad.
Nacido el 17 de enero de 1934 en A Coruña, Carlos Torres llevaba el deportivismo en las venas, pues su padre era Pepe Torres, histórico jugador del Deportivo (1928-1934) que también fue entrenador (1933-1936) y directivo (1945-1952) blanquiazul y presidente del Fabril (1954-1956).
Carlos Torres comenzó a jugar al fútbol en el Cantábrico, un equipo infantil de la plaza de Santa Catalina. Posteriormente militó en el Alameda y en la SD Sin Querer, de donde fue fichado por el CD Juvenil, filial deportivista, en 1950, antes de pasar al Fabril, también asociado al Deportivo, al curso siguiente.
Entre medias, Carlos Torres, con solo 16 años, tuvo la oportunidad de participar en la gira que el Deportivo realizó por Portugal en abril de 1950, semanas antes de proclamarse subcampeón de Primera División. Los blanquiazules jugaron partidos en Lisboa contra el CF Os Belenenses y el Atlético Clube de Portugal, y en Vila Real, unos 90 km al este de Porto, en el homenaje al exdeportivista Reboredo, que entrenaba al titular de la localidad. Aunque se le puede ver en las fotos (segundo por la izquierda en la imagen bajo estas líneas, entre Tino, Juanete, Moll y Dieste), en las crónicas periodísticas no consta que llegase a disputar un solo minuto en aquellos tres encuentros.
El Deportivo no le abrió las puertas del primer equipo, por lo que mediada la temporada 1952-1953 fichó por un RC Celta de Vigo que necesitaba refuerzos como agua de mayo debido a una plaga de lesiones. En Vigo, Torres jugó cuatro campañas y media antes de ser traspasado al RCD Espanyol, con el que logró sus mayores éxitos como jugador. En Sarriá jugó cinco temporadas y media, durante las que alcanzó la internacionalidad B con España en dos ocasiones: contra Portugal en Lisboa el 13 de abril de 1958 y frente a Turquía en San Sebastián el 5 de julio de 1959, compartiendo selección con jugadores que después serían habituales en la absoluta como Araquistain, Olivella, Del Sol, Peiró o Collar.
Después de una campaña y media en el CD Málaga, regresó a Riazor a punto de cumplir los 30 años, para reforzar al Deportivo de cara a su regreso a Primera en la Temporada 1964-65. En aquel curso, su único como jugador de la primera plantilla blanquiazul, Carlos Torres jugó 10 partidos (8 de Liga y 2 de Copa) en los que no convirtió ningún gol.
Como entrenador, Carlos Torres dirigió al Galicia de Caracas, a la selección gallega juvenil y la SD Compostela, antes de convertirse en pieza importante del fútbol formativo del Deportivo. En la cantera blanquiazul dirigió primero a los Juveniles y luego al Fabril, del que también fue segundo entrenador, durante un breve periodo de tiempo (9 partidos), al inicio de la Temporada 1973-1974, antes de asumir la dirección del primer equipo, también durante un breve espacio (10 encuentros) en el curso que acabó con el descenso a Tercera División.
El velatorio de Carlos Torres tiene lugar en el tanatorio Servisa (sala número 7).
El RC Deportivo quiere transmitir su más sentido y sincero pésame a familiares, amigos, excompañeros y a todo el deportivismo. DEP"