Fueron los mejores y ahora buscan su hueco: la generación de oro gana espacio en el Dépor
El Dépor ha empezado a preparar ya la futura temporada 22/23 en sus categorías inferiores. Este ha sido el último año de juvenil para muchos de los chicos que salieron campeones de España y jugaron Youth League. Algunos por edad, otros por nivel, deberán ser parte importante del futuro Fabril.
Fueron los mejores en su edad y ahora deberán demostrar su calidad entre los mayores. Algunos ya dieron en salto definitivo, como Noel, Yeremay o Trilli. Otros, como es el caso de Mella o Nájera, entraron en dinámica de filial. Aun así, muchos se quedaron en el juvenil y ha llegado el momento de que den un paso al frente. De cara a la próxima temporada, el Fabril deberá estar comandado por los chicos que devolvieron al Dépor a Europa.
No se esperan cambios importantes, o al menos no se han anunciado, de cara a la futura temporada. El organigrama, parece, seguirá igual. Óscar Gilsanz continuará dirigiendo a una camada destinada a dar alegrías a Riazor. Ya el curso pasado fue el encargado de entrenar al segundo equipo para continuar la formación de los que estaban y ayudar en el proceso de adaptación. Por debajo, en el equipo A juvenil, se puso a los mandos a Manuel Pablo, que llevó al equipo a ser segundo de su grupo y alcanzar los cuartos de final de la Copa de Campeones.
Las esperanzas del Dépor están puestas en esta generación
Quizás sea una losa pesada para ellos, pero la situación que atraviesa el Deportivo, y más tras quedarse sin ascenso, invita a pensar que los chicos deben dar un paso al frente. Muchos de los jugadores que compondrán el próximo filial quizás no estén lo suficientemente maduros, pero más de uno querrá replicar los casos de Trilli o Yeremay, de los que hace 12 meses se podía pensar lo mismo.
Los nombres más atractivos que maneja Gilsanz en estos momentos, o al menos que más han destacado en categorías inferiores, son Dani Barcia (2004), Jairo (2003) o Mario Nájera (2003), quienes formarán parte importante de la futura plantilla del filial. Por supuesto, también David Mella (2005), al cual habrá que exigirle más participación goleadora en el futuro, ya que es un jugador llamado a marcar las diferencias en la élite.
La salida de algunos jugadores del Fabril que no han encontrado su hueco en el primer equipo y ya han quemado su etapa debería permitir a los más jóvenes sumar participaciones. Veremos hasta dónde puede llegar cada uno, pues el fútbol da muchas vueltas, pero si tienen la oportunidad de crecer y jugar con el primer equipo, seguro que más de uno se acaba asentando en la plantilla. Talento les sobra.