El fallido Mundial de Clubes que Augusto César Lendoiro intentó organizar en A Coruña

Estados Unidos acogerá este verano la primera edición del nuevo Mundial de Clubes organizado por la FIFA y en el que los mejores clubs de cada continente se verán las caras. Tras muchos años de discusiones, por fin se recupera un formato de competición que ya se llegó a celebrar en el año 2000... Y que en el 2001 se iba a celebrar en España, principalmente en A Coruña, gracias a la pujanza de Augusto César Lendoiro.

Riazor iba a acoger la mayor parte de los partidos de un torneo en el que, además del Deportivo de la Coruña, iban a participar equipos como el Real Madrid, Los Ángeles Galaxy, Palmeiras, Boca Juniors, Al-Hilal o Zamalek. Incluso se celebró un sorteo que determinó los grupos y las sedes de los torneos.

Un proyecto ambicioso que finalmente no fructificó por desavenencias entre los clubs participantes, que no veían con buenos ojos disputar un torneo ciertamente competitivo en el mes de agosto, justo antes de que comenzase la competición liguera en Europa y con los equipos sudamericanos viéndose obligados a hacer un parón para viajar al Viejo Continente.

En un artículo remitido a los medios de comunicación en 2001, Lendoiro recordó que esta organización fue una "ruina", especialmente en el aspecto económico. "La quiebra de ISL obligó a FIFA a suspender el torneo y convirtió nuestro sueño mundialista en la peor de las pesadillas. La pérdida fue brutal. No solo lo fue la raquítica indemnización de 750.000$, que sustituía a 50.000.000$ en premios, sino que se esfumaba la posibilidad de ser Campeón del Mundo", asevera.

El Dépor se veía candidato a llevarse el Mundial de Clubes

En este mismo artículo, el que fuera dirigente deportivista en aquél momento se lamenta porque ese torneo no se celebrase y porque los aficionados coruñeses no pudieron ver al Boca Juniors de Carlos Bianchi, que por aquél entonces contaba con jugadores como Martín Palermo, Juan Román Riquelme o el 'vasco' Arrubarrena.

"Figurábamos como favoritos en un podio, tuteando a Madrid y Boca Juniors. No acudíamos como convidados de piedra al evento, porque nos encontrábamos en un momento estelar, tras ganar LaLiga y fichar, entre otros, a Valeron, Tristán, Molina, Capdevila (...) La auténtica realidad fue que Riazor se quedó sin ver al Boca, que nos debía dar el paso para jugar en casa las Semis contra un Palmeiras, distante de aquel del rombo mágico que ya nos habíamos traído antes de Brasil a Galicia de los Rivaldo, Djalminha, Flavio... para llegar a una final ante el Madrid en el Bernabéu. Por desgracia, todo se quedó en otra versión del eterno cuento de 'La lechera'", aseveró Lendoiro.