La falta de acierto goleador penaliza al Deportivo frente al Huesca

La SD Huesca firmó en Riazor la racha más larga sin perder en toda su historia después de empatar sin goles ante el Deportivo de La Coruña. Un partido en el que sobrevivió al empuje blanquiazul con un notable ejercicio defensivo. Y es que los futbolistas de Óscar Gilsanz acosaron a Dani Jiménez, que respondió con notables paradas y salvaguardando el cero en su portería.

El Huesca, que desaprovechó en tierras gallegas la oportunidad de asaltar el liderato, cortocircuitó al Dépor con su orden defensivo. Con las líneas juntas y una intensa presión, el equipo oscense evitó que los atacantes blanquiazules encontrasen espacios para correr. Fue un querer y no poder del Deportivo, al que le faltó imprimir velocidad a su juego para desarmar al rival durante todo el primer tiempo.

Cierto es que todo pudo cambiar si el colegiado Arcediano Monescillo, después de revisarlo en el VAR, no hubiese anulado por mano un gol del central deportivista Pablo Vázquez, tras una falta lateral en la que Huesca defendía con un futbolista menos por la lesión de Rubén Pulido, quien poco después tendría que pedir el cambio.

Esa acción no cambió el plan de partido del Huesca. Fiel a su estilo, el equipo de Antonio Hidalgo cedió el balón a un Dépor que amenazó a Dani Jiménez con dos disparos de Zakaria (min.25) y Mario Soriano (min.29), antes de que el guardameta, sobrepasada la media hora, evitase un gol de Yeremay Hernández con una parada con un pie.

El Deportivo, volcado y con un gran ejercicio defensivo

Hidalgo movió ficha en el descanso para tener mayor presencia en ataque. Javi Hernández sustituyó al veterano Sergi Enrich y el exfutbolista del Espanyol dispuso de una clarísima oportunidad nada más arrancar el segundo tiempo para abrir el marcador. Lo evitó el portero brasileño Helton Leites en el mano a mano, enmendando así el grosero error de Jose Ángel al intentar ceder el balón atrás.

El Dépor siguió volcado. Una buena apertura de Yeremay para Ximo Navarro volvió a generar problemas a la defensa visitante, a la que Zakaria inquietó constantemente con su movilidad.

Pero fue Yeremay Hernández el que rozó el 1-0 entre los minutos 69 y 71. Primero con un espectacular golpeo que sacó Dani Jiménez con una gran mano; después con un disparo cruzado que se estrelló en un poste, con tanta fuerza que Zakaria fue incapaz de finalizar entre los tres palos tras recoger el rechace. Entre ambas ocasiones, Riazor reclamó un penalti por mano de Blasco que el árbitro no señaló.

El Dépor merecía más, pero en el minuto 85 Joaquín Muñoz enmudeció el estadio con un remate que se le escapó por centímetros después de una buena acción individual.