Bélgica es incapaz de ganar a una gran Eslovaquia: Lukaku lo falló todo y lo que marcó se lo anularon (0 - 1)

Eslovaquia ganó con todas las de la ley a Bélgica. Mal partido de los belgas que, además de no saber ganar, la mala suerte los acompañó de principio a fin. Marcaron dos goles, pero los dos fueron anulados. Los dos tantos los anotó Romelu Lukaku, que tuvo una de las peores tardes que se le recuerdan sobre el terreno de juego. Parece que su maldición con la camiseta de los diablos rojos se extiende hasta 2024 en esta Eurocopa 2024. Gran partido de los eslovacos que supieron jugar de tú a tú a Bélgica: muy solidarios en defensa y arriesgando hasta el final en la salida de balón.

La primera parte del Bélgica - Eslovaquia

Bélgica salió al campo con las ideas claras: había que ganar desde el primer momento. Presionó alto y con todos los jugadores enchufados. En los primeros cinco minutos tuvo dos ocasiones clarísimas −en las que Lukaku debió hacer mucho más−. Fueron creadas por Jérémy Doku, que comenzó el partido en modo estrella mundial. Los eslovacos no sabían cómo pararle. Pero como el fútbol es así, un error muy grave del jugador del Manchester City al lado de su propia área provocó el primer gol de Eslovaquia. Doku pasó al medio desde la zona del córner hacia el medio a nadie. Ahí recuperó el esférico Schranz, que de tacón se la puso a Kucka. Tiró fuerte y el portero belga, −que recordamos que es Casteels−, rechazó con las manos y el balón le cayó al mismo Schranz, que estaba habilitado. Pegó raso y puso el primero en el marcador.

Parece que ese gol dio energía a los eslovacos y deprimió a los belgas. En las siguientes jugadas, los jugadores dirigidos por Francesco Calzona se volcaron al área belga y pusieron en problema a los de Domenico Tedesco. Bélgica poco a poco fue recuperando la posesión de balón, pero los defensas eslovacos −liderados por Skriniar− se hicieron gigantes. El partido en la primera parte se quedó así: Bélgica atacando y manteniendo la posesión, y Eslovaquia aprovechando los contraataques y arriesgando en la salida. En Bélgica se volcó el juego por la banda de Doku. Poco fútbol de Carrasco y Trossard por la banda izquierda. Tampoco tuvo sus mejores minutos Lukaku. Por otro lado, Eslovaquia mostró que sabe jugar al fútbol y aprovechó el espacio que le dejó el equipo de los diablos rojos manteniendo sus líneas muy atrás.

A falta de cinco minutos del final se vieron otras dos ocasiones claras en las dos porterías. La primera, en la portería de Bélgica. Un jugadón por la derecha acabó con un zapatazo de volea de Haraslin. Casteels se estiró poniendo el brazo duro y dejando clara una cosa: no se echará de menos a Courtois mientras él esté. La otra jugada fue −esta vez sí− tras un gran pase de Carrasco que dejó solo a Lukaku. El delantero no sabe controlar el balón y pese a estar solo ante el portero deja pasar la oportunidad.

La segunda parte, más de lo mismo

En la segunda parte, Bélgica salió al campo de la misma manera: a ganar el partido. No paró de atacar, pero Eslovaquia aguantó. El asedio no dio sus frutos hasta el minuto 55. Un centro termina con un pase de cabeza que deja solo al delantero de la Roma. Solo tiene que empujarla. Bélgica celebró… pero el VAR llamó al colegiado: Romelu estaba en fuera de juego. La mala suerte continúa persiguiendo al jugador.

Los belgas seguían 1 – 0 atrás y buscando el gol. La más clara, un tiro de Bakayoko dentro del área que saca bajo los palos por Hancko, que se llevó un gran golpe con la rodilla de su compañero.

Aunque Bélgica mantenía más el balón, los eslovacos no se amilanaron. De hecho, tuvieron varias ocasiones para aumentar la ventaja en el marcador.

Sin embargo, aunque el partido no invitase al optimismo, Bélgica tiene jugadorazos. Openda salió a seguir taladrando la banda de Doku. Una gran jugada individual del jugador del Leipzig dejó solo a Lukaku que, esta vez, no falló a puerta. ¿Qué ocurrió después? Llaman al árbitro del VAR: ¡Openda la había tocado con la mano en la carrera! Es imposible escribir un guion tan cruel al delantero.

En general, un partido que confirma que Bélgica sigue siendo ese equipo que pese a sus jugadores genera muchas dudas y que Eslovaquia es un equipo rocoso que sale con las ideas muy claras y muere con ellas.