El nombre de Lamine Yamal, regalo del padre a dos amigos: "No tenía dinero para pagarles y llamó a su hijo como ellos"
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Hablamos con Juan Carlos, camarero del bar de toda la vida del padre de Lamine Yamal
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El padre del jugador no pudo pagar la ayuda que le dieron dos amigos y les regaló nombrar a su hijo como ellos
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El cumpleaños feliz de Lamine Yamal: 17 años y deslumbrando al mundo
Lamine Yamal acaba de cumplir 17 años y está siendo el futbolista del que más se habla en todo el planeta en las últimas semanas. Su actuación sobresaliente en la Eurocopa, con tres asistencias y uno de los golazos del torneo en semifinales cuando España perdía por contra Francia, lo han encumbrado a categoría de estrella mundial. Insistimos, acaba de cumplir 17 años.
Sin embargo, su desparpajo en el campo y fuera no parece corresponder a un chaval, casi un niño todavía, de su edad. Su madurez, otra cualidad que sorprende. Y otro de los rasgos que más está enamorando a los aficionados es el amor que demuestra por su familia, por su barrio y por la humildad de sus orígenes. Con ese 304 en la celebración de sus goles, en homenaje a los últimos tres dígitos del código postal de su barrio de Mataró, se ha metido a miles de hinchas en el bolsillo. En el canal de Twitch de ElDesmarque hemos podido hablar con Juan Carlos, dueño del bar al que toda la vida ha ido el padre de Lamine y buen amigo suyo. Nos ha contado, entre otras cosas, de dónde viene el nombre de su hijo.
No podía pagarles con dinero y le puso a su hijo sus nombres: Lamine y Yamal
Con orígenes humildes, una abuela que dejó Marruecos para ir poco a poco trayéndose a España a sus hijos, la vida del padre y los tíos de Lamine no fue fácil en los inicios. Una muestra es la increíble historia que hay tras el nombre compuesto de Lamine Yamal, ya que, como nos ha desvelado Juan Carlos, Yamal no es el apellido sino el segundo nombre del futbolista. Y el nombre compuesto viene de dos amigos del padre de Lamine que los acogió en su casa. “En forma de agradecimiento, el padre les dijo que no podía darles dinero porque no tenía, pero que su hijo llevaría sus nombres.” Un ejemplo de la humildad y el poder de la comunidad de la que tanto presume Lamine Yamal y a la que honra con su gesto del 304 en cada gol que marca.