Millones de dudas
El Barcelona consiguió vencer este miércoles a la Cultural Leonesa en el Reino de León en el encuentro de ida de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey.
Clement Lenglet fue el autor del gol de la victoria azulgrana en el tiempo de descuento rematando de cabeza una falta botada por Ousmane Dembélé.
El futbolista francés era uno de los atractivos de este encuentro en el que también destacaba la titularidad de Malcom, primera desde que es futbolista del Barcelona en partido oficial, entre la de los jugadores menos habituales de la plantilla azulgrana.
Era un día señalado para ambos, jugadores por los que el Barcelona ha desembolsado 185 millones de euros y que, a pesar de su juventud, están obligados a responder.
Dembélé había dejado buenos detalles en el inicio de temporada tras una primera campaña en la que tampoco cumplió con sus expectativas, pero progresivamente se ha ido apagando y los rumores sobre su indisciplina, falta de actitud e incluso un posible traspaso han vuelto a aparecer. En el Reino de León volvió a sembrar dudas en el aficionado azulgrana. Se mostró desganado y con un exceso de confianza que no gustó.
Pecado del que no se puede acusar a Malcom. Su problema este miércoles fue otro. El brasileño se ofreció, lo intentó una y otra vez, pero estuvo mal a la hora de tomar decisiones y sobre todo a la de ejecutar las mismas. Acabó siendo sustituido.
Era el día de ambos, el día para que acallaran a sus críticos y dieran la razón a todos aquellos que reclaman más minutos para ellos, pero fallaron ¿La próxima oportunidad? Sólo Valverde lo sabe.