Griezmann, a la nevera
Antoine Griezmann será, de nuevo, uno de los grandes protagonistas del mercado veraniego de fichajes una vez que confesó al Atlético de Madrid su deseo de marcharse de la entidad.
El Barcelona, tras estar cerca de su fichaje ya hace un año, vuelve a tener una posición privilegiada en la carrera por conseguir su firma, pero, tras el acelerón inicial que sucedió al anuncio de su marcha, la operación se ha frenado casi por completo.
Y lo ha hecho, de forma consciente, el propio club catalán según informa Marca. El Barça no tiene prisa en firmar al atacante francés y estudia con detenimiento los pros y los contras de su posible llegada.
El elevado precio de la operación, cuyo traspaso sería de 120 millones de euros y su sueldo de 17 millones de euros netos por temporada, supondrían un importante esfuerzo para un club que pretende reforzarse prácticamente en todas sus líneas.
Además, la plantilla y la afición no perdonan al todavía jugador colchonero las formas empleadas el pasado año para confirmar que se quedaba en el Atlético de Madrid a través de un documental tras el cual muchos -aficionados y jugadores- tienen la impresión de que Griezmann jugó con el Barça para conseguir una renovación con su consiguiente aumento en el salario a percibir.
Por todo ello, la operación está totalmente paralizada a la espera de que Bartomeu y la dirección deportiva dirima si es conveniente lanzarse a por el ariete francés.