La mentira de Griezmann que llega a Luis Suárez, Messi y hasta a Piqué (y es muy gorda)

Sorpresa y de las gordas. En el Barça hay un lío tremendo con el fichaje de Antoine Griezmann que solo puede ir a peor. Y es que, para empezar, no es una incorporación que ilusione ni a la afición ni al vestuario, que no ve con buenos ojos la llegada de un futbolista que les dio calabazas el año pasado y se echó para atrás en el último momento, cuando ya estaba todo firmado.
Tampoco gustaron sus formas, anunciándolo en un documental, como si de una estrella de Hollywood se tratara, y no a la cara, ni las declaraciones que ha hecho después, en las que denota una falta de humildad grave. Por ejemplo, en las que afirmaba que comía en la misma mesa que Leo Messi y Cristiano Ronaldo.

Además, económicamente, supondría un gran gasto. Y, en caso de hacer una inversión de este tipo, los pesos pesados del vestuario, Messi, Suárez, Piqué o ter Stegen, prefieren traer de vuelta a Neymar, un jugador que ya conoce la casa y que mantiene una gran relación con ellos.
Y eso que costaría más del doble que ‘Grizzi’, el cuál tiene una cláusula de rescisión de ‘solo’ 120 millones de euros desde el día uno de julio, y que se espera que el cuadro culé abone a principios de la siguiente semana, si no hay ninguna sorpresa de última hora.
O, al menos, eso afirman los medios internacionales. Los mismos que llevan tiempo asegurando que ‘el Principito’ se rebajaría la ficha para aterrizar en el Camp Nou.

De los 24 ‘kilos’ que percibe actualmente en el Atlético de Madrid, aceptaba pasar a los 17. Una noticia falsa, a medias.
Sí que es cierto que se rebajará el sueldo, pero hasta los 18, para empezar. Una suma engañosa, pues, a partir de la tercera temporada, pasará a cobrar 21, en la cuarta 23 y en la quinta, la última que tendría firmada, 25, es decir, más de lo que gana ahora.
La rebaja, pues, será casi inexistente

Tensión en el vestuario
Una noticia que no ha sentado nada bien en el vestuario del Barça, pues no gusta que un recién llegado cobre mucho más que algunos jugadores clave como Ivan Rakitic, Jordi Alba, Gerard Piqué o Sergio Busquets.

No quieren romper la escala salarial de esta manera, y menos, si luego sale ‘rana’, como Philippe Coutinho, que está cobrando un dineral por estar sentado en el banquillo.
Marrón gordo, gordo.