Neymar ni perdona ni olvida: el culpable de su marcha frustrada al Barcelona
La temporada más dura en la carrera de Neymar apenas acaba de comenzar. El delantero brasileño, que intentó forzar su marcha del PSG, tendrá que seguir en la Ligue 1 un curso más en la peor situación: sin el cariño de la afición, sin la confianza de Tuchel -que ya lo veía fuera del club- y con un enemigo señalado instalado en el club como es Leonardo.
El director deportivo del club francés se ha convertido, por derecho propio, en el gran enemigo de Neymar. El encargado en materia de fichajes volvió al PSG con la intención de zanjar la polémica alrededor del brasileño con un método nada efectivo: máxima dureza ante los intereses del FC Barcelona.
Por ello, y por los gestos mostrados durante la pretemporada, Neymar le ha señalado como el gran culpable del que podría ser su año más duro en el fútbol europeo. Según señala UOL Esporte Neymar ha roto todo tipo de relaciones con Leonardo y tiene clara que la relación entre ambos es prácticamente imposible de reconciliar.
Con dichos ingredientes, el PSG encuentra un nuevo impedimento en su objetivo de limpiar la imagen de la estrella brasileña, hecho que 'regalaría' el perdón de su afición y una estrella más para la causa de Tuchel en la Champions League.
Con todo un curso aún por disputar, el 'caso Neymar' tendrá que esperar hasta 2020 para volver a abrirse, pero durante estos largos meses tanto el jugador como el director deportivo deberán convivir en un vestuario que promete ser una auténtica bomba.
Las desesperadas llamadas del padre de Neymar
La (no) salida de Neymar del PSG ha sido la noticia más destacada del mercado de fichajes ya concluido. El futbolista brasileño mostró al cuadro francés en varias ocasiones que su deseo era el de abandonar el club galo y volver a España siendo el FC Barcelona su destino preferente pero no descartando la opción de jugar en el Real Madrid.
En esas, y según revela Marca este martes, el padre del futbolista, al ver que la opción de regresar al Camp Nou se tornaba en imposible, apuró las opciones de ver a su hijo vestido de blanco. Llamó y sondeó todas las opciones posibles, pero no logró que el Real Madrid pusiera toda la carne en el asador para cerrar esta operación.
Más allá de que la operación habría supuesto una inversión enorme para el club merengue, en la entidad capitalina, según la misma información, desconfiaban sobre el estado físico del futbolista que ha sido martilleado por las lesiones desde que firmara por el PSG en el verano de 2017.
El Real Madrid era consciente de que todos los esfuerzos del Barcelona por concretar el regreso de Neymar eran volcados por el PSG y sabía que estaba ante una gran oportunidad para llevarse al futbolista, pero no le vieron hueco en la plantilla al no haber cerrado ventas importantes y, tal y como se ha dicho antes, no confiaban en su estado físico.
