Tres años de cárcel para un colaborador del Daesh que iba a atentar en el Camp Nou en un Clásico
Un acusado de adoctrinarse para colaborar con el Dáesh en acciones terroristas y que habría recibido indicaciones para atentar con drones en el Camp Nou durante un partido entre el Real Madrid y el FC Barcelona en 2020 ha aceptado tres años de prisión tras reconocer los hechos de los que se le acusa.
El acusado, Mohammed Yassi Amrani, ha llegado a un acuerdo de conformidad con el Ministerio Público, en virtud del cual ha admitido los hechos y el fiscal le ha retirado la acusación por el delito de participación activa en organización terrorista y le ha rebajado a tres años de prisión su petición de condena por un delito de autocapacitación y autoadoctrinamiento.
Como consecuencia, el presidente del tribunal, Francisco Javier Vieira, ha anunciado que se dictará una sentencia de conformidad de tres años de prisión e inhabilitación absoluta durante seis años y ha decretado el juicio visto para sentencia.
Según el escrito de conclusiones del fiscal, en marzo de 2020, en pleno confinamiento por la pandemia del covid, se produjo una "transformación del acusado", que cambió "su forma de comportarse" y se convirtió "en una persona autoritaria e intransigente", radicalización que se acaba plasmando en su perfil de Facebook.
Esto, según la investigación, fue advertido por miembros de Dáesh, que contactaron con él. Uno de ellos le introdujo en canales de Telegram y le propuso la comisión de un atentado, que consistiría en la utilización de un dron con una carga explosiva adosada para detonarlo durante un partido de fútbol entre el Real Madrid y el Barcelona, de acuerdo al relato del fiscal.
Tras formalizar el juramento de lealtad o "BaiŽat" -prosigue-, el acusado comenzó a recibir instrucciones para la descarga de manuales con la doctrina ideológica del Dáesh, un periodo de adiestramiento que concluiría "con un nuevo contacto por parte de personas de la citada organización para formarle técnicamente en el manejo de drones".
El fiscal sostiene que "diferentes personas vinculadas con el DAESH" le habrían hecho partícipe de planes terroristas "en los cuales estaba dispuesto a participar" y que el acusado tenía un "firme compromiso" para "cumplir la misión".
Por ello cree que su auto adoctrinamiento y auto capacitación no se limitó "al plano ideológico o doctrinal", sino que trascendió a un "auto adiestramiento operativo en acciones yihadistas, utilizando para ello los canales de comunicación creados por la citada organización".