Quiere volver al Barça y ahora es Xavi Hernández quien debe decidir, regreso totalmente inesperado

El de Francisco Trincao fue uno de los fichajes más polémicos e inesperados que se realizaron en el Barça. Porque de la noche a la mañana y sin previo aviso, Josep María Bartomeu anunció la incorporación del joven talento luso, que en aquél entonces solamente había jugado unos pocos encuentros en la élite. Casi nadie fue capaz de entender la operación, ya que no era necesaria en absoluto, y mucho menos la inversión de 31 millones de euros que realizaron.

Y el resultado fue el que muchos imaginaban, pues tan solo duró un año en el Camp Nou, en el que pasó sin pena ni gloria. Estuvo a las órdenes de Ronald Koeman, que apenas le dio minutos, y dispuso de un rol completamente secundario, lo que le obligó a tener que hacer las maletas en busca de oportunidades. Su destino se encontró en las filas del Wolverhampton Wanderers, donde dejó algún detalle de la inmensa calidad que atesora, pero sin llegar a convencer.

Viendo esto, Joan Laporta optó por buscarle acomodo de nuevo, y acabó regresando a su Portugal natal, para recalar en las filas del Sporting de Lisboa. Una decisión que no podría haber sido más acertada, ya que allí se ha sentido importante desde el primer día, lo que le ha ayudado a exhibir su mejor versión, como demuestran los 12 tantos y los tres pases de gol que acumula entre todas las competiciones. Esto ha hecho que se hable de un posible regreso a La Liga Santander.

Desde el Barça no han perdido de vista la evolución de Trincao, y el propio futbolista de 23 años ha hecho saber que estaría encantado con la posibilidad de ser dirigido por Xavi Hernández, como asegura el diario ‘Sport’. De modo que la pelota está sobre el tejado del entrenador de Terrassa, que será quien debe de decidir si merece la pena dar una reválida al ex del Sporting de Braga y del Porto. Eso sí, tendrían que hacer efectiva una opción de recompra, así que no sería gratis.

Su actual escuadra está obligada a abonar siete millones de euros para quedarse con el extremo zurdo, debido a una cláusula que acordaron, y que se sumaría a los tres ‘kilos’ que desembolsaron por su cesión.