El caos con las salidas del Paris Saint-Germain está siendo insufrible para Al Khelaifi y su directiva. Después de formar un tridente de ensueño con Mbappé-Messi y Neymar en verano de 2021, dos años más tarde existe la posibilidad de que ninguno de los tres esté en el Parque de los Príncipes esta temporada. Con Leo Messi fuera desde junio y Mbappé rechazando todas las ofertas de renovación para jugar en el Real Madrid, Neymar está decidido a salir y el PSG dispuesto a vender.
El bombazo que saltó hace unos días con su petición de salir del club francés no ha sorprendido ya que este deseo se remonta meses atrás. Los ultras del PSG han estado presionando al brasileño yendo a los alrededores de su casa en la capital francesa para que saliera este verano por su escasa implicación con el equipo.
Todo ellos sumado con la salida del argentino, su mejor amigo en el vestuario, ha provocado que haya visto su mejor oportunidad de regresar al Barcelona, lugar donde disfrutó de sus mejores años de fútbol.
A pesar del deseo de Neymar por salir rumbo al club azulgrana, Al Khelaifi no quiere perder aún más dinero este verano. Es el segundo jugado mejor pagado y el fichaje más caro del club y de la historia del fútbol por el momento: 222 millones de euros.
Por ello, el diario As apunta que el PSG está dispuesto a vender al brasileño por 150 millones de euros. La única vía en la que Laporta tendría una mínima posibilidad de su fichaje sería conseguir una cesión con opción de compra obligatoria por ese mismo precio, algo que también barajan los parisinos ya que no tiene problemas con el Fair Play financiero.
Con estas cifras y los serios problemas que está teniendo el Barça para inscribir jugadores, pensar en una operación por conseguir a Neymar se antoja como un sueño remoto. Además, también hay que incluir el interés del Al Hilal, que está dispuesto a ofrecerle un sueldo de 80 'kilos' netos por año.
El Parque los Príncipes estará que arde este mes de agosto para definir la plantilla definitiva. Si con Mbappé ya estaban saturados, con Neymar ahora en duda la situación en Qatar será más insostenible que nunca.