Ilkay Gündogan no reaccionó bien tras perder en el Clásico del pasado sábado ante el Real Madrid en los últimos minutos. Al alemán le enfadó llegar al vestuario tras la derrota y ver a compañeros del Barcelona de risas con el teléfono móvil, lo que le llevó a reprenderles públicamente en una bronca que no habría sido la primera desde que llegara este verano al club.
El ex del Manchester City, que también tuvo un desplante con el club en la gala del Balón de Oro, no aterrizó con buen pie en la ciudad condal. Según cuenta Sport, al centrocampista no le gustó nada que el Barça no le ayudara con la logística de su mudanza a la capital catalana.
Gündogan transmitió al Barcelona su malestar después de sentirse "abandonado" junto a su familia en su aterrizaje a la ciudad por temas de vivienda, transporte, aclimatación... Algo que desde el propio club tomaron de buena manera e incluso se disculparon con un futbolista que llegaba con la vitola de fichaje estrella.
La bronca a sus compañeros ha sido tomada en el vestuario como un gesto positivo de un jugador que en apenas unos meses ha pasado a ser uno de los líderes del vestuario. En un Barça con tantos jugadores jóvenes, la presencia de futbolistas como Ilkay, Lewandowski o Ter Stegen sirve para dar ese plus de veteranía y experiencia necesario en un equipo del máximo nivel.
En lo deportivo, Gündogan ha caído de pie en el Barça y es un fijo para Xavi Hernández en un medio donde se ha convertido en el futbolista que menos rota. De hecho, el internacional germano es el jugador de campo con más minutos esta temporada en el conjunto azulgrana y este sábado, en el Clásico, pudo estrenarse además como goleador culé.