Robert Lewandowski y Lamine Yamal evitaron saludarse al final del partido

El FC Barcelona tuvo que remontar el partido contra el Alavés tras encajar un gol muy temprano nada más comenzar el encuentro. Los jugadores entrenados por Xavi Hernández tuvieron que remar a contracorriente e incluso llegaron a saltar chispas entre algunos de ellos. El ejemplo más claro fue la bronca de Robert Lewandowski con Lamine Yamal en la que, tras recriminarle una acción en la que no recibió el balón, el polaco decidió no chocarle la mano al joven canterano.

Una respuesta que sorprendió a Lamine y que extendió el cabreo entre ambos hasta el final del encuentro. En las cámaras de ElDesmarque hemos podido captar como tanto Robert Lewandowski como Lamine Yamal saludan a todos los jugadores, tanto rivales como compañeros, pero, sin embargo, evitan saludarse entre ellos creando una imagen bastante tensa tras un partido muy complicado. Puedes ver el tenso momento en el vídeo superior.

Tensión entre Lewandowski y Lamine Yamal

A pesar del malestar entre los dos futbolistas, el delantero polaco fue clave para la remontada contra el Alavés con un doblete que dio la victoria a los culés. Un malestar que es un reflejo de las malas sensaciones que ha ido encadenando el equipo entrenado por Xavi Hernández en los últimos partidos desde la derrota en el Clásico. Aunque el técnico culé echa la culpa a la prensa de crear este malestar. “Lo del entorno no lo digo por la afición, lo digo por la prensa, que es muy exagerada. Son más las críticas de la prensa las que afectan a los futbolistas y por eso no jugamos tan bien. Les he dicho en el descanso que tranquilos, que aquí no se comen a nadie”, apuntó Xavi tras el partido.

El de Tarrasa también confirmó que intento darles un mensaje de ánimo en el descanso. “Es evidente que estamos en un nivel bajo, pero al final hemos sacado dos partidos que no hemos jugado bien. Les he dicho que estén tranquilos, que no hagan caso del ‘run run’ y que fueran valientes. Que seguro que íbamos a remontar. Algunos jugadores no juegan liberados, no sé si es por la presión del entorno o por qué. Sobre todo, los más jóvenes están afectados. A los veteranos no hay que decirles nada porque tienen la piel muy dura y están acostumbrados”