La explosión de un Sarabia que sigue sin renovar
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Pablo Sarabia volvió a echarse a su equipo a la espalda y completó un partido excepcional ante el Sporting de Gijón, derrotado 1-2 por el Getafe con mucha culpa del joven jugador azulón, que, a sus 23 años, y en su quinta temporada en el club madrileño, por fin ha explotado.
Al canterano del Real Madrid le ha costado encontrar su mejor nivel. El público del Coliseum Alfonso Pérez, a lo largo de los cuatro cursos anteriores, reconoció su calidad pero a veces lamentó su aparente indolencia en partidos en los que parecía desaparecer cuando más se le necesitaba.
Ese era el gran problema de Sarabia, una intermitencia que a veces eclipsaba una calidad superior a la de casi todos sus compañeros. Su pierna izquierda y su visión de juego ofrecían soluciones a su equipo que muy pocos podían aportar. Sin embargo, no siempre aparecían con la frecuencia deseada.
Pero algo ha cambiado con Fran Escribá. El entrenador del Getafe ha conseguido elevar el nivel de su jugador. Esta temporada, Sarabia es otro. Ya casi no desaparece de los partidos. Está siempre enchufado y es de los que más buscan la pelota. Además, ya no es sólo un fino estilista, también corre muchísimo para ayudar en tareas defensivas.
Todo ese esfuerzo de Sarabia ha obtenido sus frutos. Los datos no engañan. Con el tanto que marcó al Sporting, el de la victoria y su cuarta diana esta temporada, suma los mismos goles que en sus cuatro cursos anteriores. En los 14 partidos que ha disputado, ha logrado los mismos números que en los 100 que jugó anteriormente.
Y, además, Sarabia adorna esos números con un par de asistencias, sólo una menos que Álvaro Vázquez, el máximo pasador del Getafe hasta el momento. Claramente está siendo uno de los mejores de su equipo, que en el estadio de El Molinón alcanzó los 20 puntos para vivir tranquilo en mitad de la clasificación.
Pero ahora el Getafe tiene un problema. La aparición estelar de Sarabia traerá futuros compradores para un club que es muy vendedor. Sin embargo, acaba contrato el 30 de junio, por ley, desde el 1 de enero ya puede negociar con cualquier club y su equipo, si no se mueve rápido, podría quedarse sin ver un solo euro del que posiblemente es su mejor jugador en la actualidad.
Su presidente, Ángel Torres, tendrá que emplearse a fondo para renovar a su jugador. Si lo hace, podría cobrar un buen traspaso a lo largo del verano. Pero también, si le viene bien, tendría la opción de quedarse con él para mantener una plantilla competente.
En Navidad ya anunció que intentará ampliar su contrato. Renovados Álvaro Vázquez y Pedro León hace meses, el objetivo del Getafe ahora es lograr la firma de Sarabia. Ángel Torres no puede permitirse dejar escapar a un gran jugador sin cobrar ningún traspaso, como ha hecho con casi todos los futbolistas que brillaron en el Getafe (Pedro León, Abdel Barrada, Miguel Ángel Moyá o Roberto Soldado).
Mientras, Sarabia sólo tiene en su cabeza el fútbol. Después de mucho tiempo está disfrutando de verdad sobre el césped. Su última víctima, el Sporting, fue una más del buen juego del joven jugador del Getafe, que, tras mucho tiempo, por fin ha conseguido explotar después de algunas luces y algunas sombras.