La unidad B del Getafe funciona
Juan José Lahuerta,Getafe (Madrid), 20 sep (EFE).- Cuando el Getafe se clasificó por tercera vez en su historia para jugar en Europa, el club planificó fabricar una plantilla extensa para no sufrir como en el pasado, cuando el descenso acechó a un grupo cansado por disputar tres competiciones.,El Getafe de las temporadas 2007/08 y 2010/11 participó en la ya extinta Copa de la UEFA y en la Liga Europa, respectivamente. En ambos casos, hubo un denominador común: el equipo sufrió para salvar la cat
Juan José Lahuerta
Getafe (Madrid), 20 sep .- Cuando el Getafe se clasificó por tercera vez en su historia para jugar en Europa, el club planificó fabricar una plantilla extensa para no sufrir como en el pasado, cuando el descenso acechó a un grupo cansado por disputar tres competiciones.
El Getafe de las temporadas 2007/08 y 2010/11 participó en la ya extinta Copa de la UEFA y en la Liga Europa, respectivamente. En ambos casos, hubo un denominador común: el equipo sufrió para salvar la categoría.
En el primer caso, con Michael Laudrup en el banquillo, el Getafe brilló por el continente hasta poner contra las cuerdas a todo un Bayern Múnich en cuartos de final. Además, llegó a la final de la Copa del Rey que perdió contra el Valencia. Pero, en la Liga, con un grupo agotado física y mentalmente y con poco fondo de armario, no consiguió salvarse hasta la penúltima jornada.
En el segundo, en aquel caso con Míchel, el Getafe ni siquiera brilló en Europa (fue eliminado en la fase de grupos), no pasó de octavos en Copa y se salvó de milagro en la última jornada con un empate en San Sebastián ante la Real Sociedad.
Años después de ambos ejemplos, el Getafe no quiere volver a tropezar en la misma piedra. Y en su estreno ante europeo ante el Trabzonspor turco ocurrió algo que en los cursos 2010/11 y 2007/08 prácticamente no pasó: el entrenador dibujó una alineación casi nueva con nombres bastante inéditos durante la Liga para iniciar el asalto continental.
Bordalás alineó a nueve caras nuevas respecto al encuentro de Liga anterior frente al Betis. Sólo el togolés Djené Dakonam y el francés Allan Nyom repitieron en el once inicial. El resto, desde la portería hasta la delantera, cambió.
Algunos habían permanecido inéditos, como el guardameta argentino Leandro Chichizola o el brasileño Kenedy. Otros como Francisco Portillo apenas habían disfrutado de 48 minutos en Liga. Algunos como Bruno González, Enric Gallego, David Timor o Fayçal Fajr ya habían sido titulares, pero en los últimos partidos eran inquilinos del banquillo.
Y entre todos sobresalió Ángel Rodríguez, condenado de momento a disputar los minutos finales por la confianza que mantiene Bordalás en sus dos delanteros titulares, Jorge Molina y Jaime Mata. Por primera vez jugó 90 minutos y se encargó de dar la victoria a sus compañeros con un cabezazo en la primera parte con el que ganó el Getafe 1-0.
Pero, en realidad, la victoria fue coral. Nadie desentonó. Algunos, como Fajr, Portillo o el ya citado Ángel estuvieron un escalón por encima del resto. Y, como gran sorpresa, la aparición de Kenedy, que demostró que será una competencia más que solvente para sentar en algún momento a Marc Cucurella.
El brasileño demostró que es un jugador que debe tener más minutos. Tiene pelea, calidad, desborde y un pie izquierdo con mucha calidad. Junto con Ángel, fue el mejor del partido y formó parte de un grupo que hizo sonreír a Bordalás en sala de prensa.
"Es bueno para el equipo que haya una competencia sana. Hoy era importante dar minutos, porque tenemos muchos partidos en un periodo muy breve. El domingo volvemos a jugar y es importantísimo. No podemos abusar del esfuerzo de los mismos jugadores. Muchos han demostrado que pueden estar y quieren ayudar", dijo.
El técnico alicantino acabó satisfecho la jornada. Consiguió su primera victoria en partido oficial este curso. Y lo hizo con los jugadores que teóricamente son menos habituales en sus alineaciones. Ahora, sabe que tiene a 23 nombres solventes en su plantilla. Su unidad B funciona y eso es garantía de tranquilidad.