El jugador favorito de Bordalás que ha salvado la destitución del técnico del Getafe
En el momento más delicado de la temporada, cuando más lo necesitaba su equipo, que llevaba 577 minutos sin celebrar un gol, el centrocampista uruguayo Mauro Arambarri, con un disparo lejano desde fuera del área que superó a Jasper Cillessen, salió al rescate de su técnico, José Bordalás, para frenar la mala racha del Getafe CF.
El futbolista charrúa, que unos días antes había hecho autocrítica públicamente reconociendo que había "mucho que mejorar y que la situación era difícil anímicamente", liberó a sus compañeros de una ansiedad que se estaba notando en el juego del equipo.
La realidad era que, hasta la victoria contra el Valencia de esta última jornada, el equipo andaba en una caída sin freno al encadenar cinco derrotas y un empate en los últimos seis partidos que habían provocado que se comenzase a cuestionar la continuidad de Bordalás.
El técnico azulón, que hace apenas un año estaba celebrando la eliminación del Ajax de Ámsterdam en la UEFA Europa League, estaba en la cuerda floja precisamente debido al pobre juego que estaba mostrando su equipo y que, contra el Valencia, recuperó.
Esa mejoría del Getafe vino acompañada de un cambio de actitud que se notó sobre el césped y que le permitió sumar tres puntos que ahora le hacen ver el descenso a cinco antes de medirse a otro rival directo por la permanencia como el Valladolid. Después será el derbi contra el Atlético de Madrid.
"No veníamos haciendo partidos buenos pero estando en el momento limite sacamos la garra que tenemos", reconoció el uruguayo al término del último partido.
El peso de Arambarri dentro del vestuario azulón es muy grande. Es uno de los jugadores más veteranos de la plantilla y desde su llegada al club en 2017 ha sido un fijo para Bordalás, que está temporada lo ha utilizado en 24 de los 27 partidos oficiales disputados por el equipo y, con 2094 minutos, es el segundo jugador que más ha participado esta campaña solo superado por Marc Cucurella.