José Bordalás no despeja la incógnita al ser cuestionado por su futuro en el Getafe

Si hay alguien contento, satisfecho e incluso alividado en el Getafe este lunes, ese no es otro que José Bordalás. El técnico azulón, que aseguró haber vivido su temporada "más difícil" en El Coliseum, consiguió certificar la salvación en la élite este pasado domingo tras vencer al Mallorca y, casi de manera inmediata, todas las miradas se centraron en su futuro. El entrenador, de momento, prefiere no hablar... y sigue sin despejar la incógnita.

Tras un año durísimo en el Getafe, en el que tuvo sus habituales desacuerdos con Ángel Torres por la confección de la plantilla, José Bordalás fue capaz de salvar al equipo casi sin delanteros ni recursos. Tal ha sido el mérito que este pasado lunes de madrugada, a su llegada a Madrid, el entrenador era recibido como un auténtico héroe.

A pesar de ello, el técnico sabe que su trabajo le abre un nuevo escenario y son equipos como el Sevilla -algo habitual- los que han sido relacionado con su figura. Al ser cuestionado por esto, el entrenador prefirió pasar de momento y seguir sin cerrar cualquier tipo de rumor.

"¿El año que viene? vamos a disfrutar de esto, lo necesitábamos todos y ya hablaremos de mi futuro", decía en Radio Estadio poco después de conseguir la salvación.

Bordalás y su complejo año en el Getafe

El entrenador del Getafe, José Bordalás, describió esta temporada como "una de las más difíciles" de su carrera en los banquillos tras certificar la permanencia de su equipo al vencer al Mallorca en Palma por 1-2.

"Victoria en un campo complicado contra un rival que hace una temporada magnífica. La temporada ha sido durísima y sabíamos desde el principio que sería así por la planificación ajustada. Es una de las temporadas más difíciles de mi carrera por la cantidad de dificultades", dijo.

El técnico confesó que considera a Mauro Arambarri como "un hijo" tras el ejercicio de superación que ha vivido por superar tantas lesiones y cerrar la permanencia con un tanto en Son Moix.

"Sabíamos que necesitábamos de un partido perfecto. Hemos insistido en tener esa calma al final. Estábamos encajando goles y no teníamos eficacia arriba, el Mallorca es un buen equipo y hemos hecho un gran trabajo", señaló poniendo en valor el trabajo de sus jugadores.

Bordalás no se quiso mojar sobre la polémica entre la afición local con los jugadores bermellones: "Cuando estás metido en el partido no te das cuenta, es un magnífico ambiente con una gran afición".