El Girona se la pega en Austria y casi dice adiós a la Champions: las cuentas para un milagro histórico

El Girona ha vuelto a caer este miércoles en su visita al Sturm Graz en un encuentro con el que prácticamente dice adiós a la Champions League a la espera de un milagro que sería histórico. Los catalanes volvieron a acusar la mala suerte, como se vio en el fallo de Iván Martín y se jugarán ahora el pase contra tres de los 'cocos': Liverpool, Milan y Arsenal.

Los dos ingleses como local y los italianos en San Siro son los tres duelos que le quedan a los de Míchel para buscar un pase al play off que, según las estimaciones de la UEFA podría estar en torno a los nueve puntos. Por ello, necesitarían mínimo dos victorias para no decir adiós a su primera participación europea a las primeras de cambio.

El Girona sufre otro pinchazo en Austria

El actual campeón y líder de la liga austríaca, que hasta este miércoles contaba por derrotas sus partidos disputados en la 'Champions', sorprendió con un gol de Mika Biereth a la hora de juego. El equipo de Míchel Sánchez, superior, pero de menos a más, sufrió la cuarta derrota en la 'Champions', después de caer ante el PSG (1-0), el Feyenoord (2-3) y el PSV (4-0). Sólo ha podido vencer al Slovan Bratislava (2-0) y el pase a la fase eliminatoria se convierte en un objetivo más que difícil.

El Girona, con la baja sensible del sancionado Arnau Martínez, piso el césped con la ambición de controlar el partido desde la posesión, como había pedido Míchel en la víspera. El equipo inquietaba al Sturm Graz con una presión adelantada y la verticalidad de Bryan Gil, en estado de gracia.

La semana pasada se estrenó como goleador con España y firmó un gol y una asistencia en el ilusionante triunfo ante el Espanyol (4-1) y antes de los 15 minutos, asistido por Ladislav Krejci, se zafó de su defensa y entró en el área para dejarle un balón franco a Iván Martín. Pero el disparo del centrocampista vasco, titular de última hora por una gastroenteritis de Donny van de Beek, se fue a córner tras chocar en un rival.

Luego lo intentó Bojan Miovski y después llegó la ocasión más clara de la primera mitad, con el asterisco de que pudo haber fuera de juego en el comienzo de la acción. Iván Martín, completamente solo. a un metro de la línea de gol, falló un gol más que cantado al chutar por encima del travesaño, a pase de Bryan Gil. Fue un error incomprensible y muy lamentado: era más fácil acertar que fallar.

El cuadro de Míchel, superior, llegó antes a los 200 pases que el Sturm Graz a los cien y cerró la primera mitad con una posesión del 63%, pero en algunos tramos le faltó fluidez arriba y contundencia atrás porque el rival pudo ganar metros. El joven interior danés William Boving probó dos veces a Paulo Gazzaniga.

La segunda mitad comenzó con una nueva gran acción de Bryan Gil: ganó línea de fondo y puso un centro al segundo palo para Viktor Tsygankov, pero su volea no halló portería. Acto seguido Yáser Asprilla reemplazó a Iván Martín, demasiado lejos de su mejor versión en su primer duelo como titular después de lesión.

Sí encontró el gol el Sturm Graz, justo antes de la hora y tras una concesión de Gazzaniga. Su rechace al tiro centrado de Seedy Jatta quedó muerto en el área pequeña y ahí acudió Biereth para inaugurar el electrónico del Wörthersee Stadion casi a placer. El portero argentino se quedó en el suelo, consciente de su error.

El Girona respondió con un disparo del recuperado Alejandro Francés que se fue muy cerca del palo y Míchel recurrió al extremo Arnaut Danjuma por el lateral Daley Blind y Cristhian Stuani. Agotó los cambios a falta de 18 minutos con Jhon Solís y Abel Ruiz, para dibujar un 3-2-3-2.

La apuesta ofensiva ya era total porque el Girona estaba obligado a ganar y Stuani pudo empatar con dos cabezazos, pero el gol no llegó y se confirmó una derrota decepcionante.