La 'rubilución' de Asturias

Por fin llegó la 'rubilución'. Estaba jugando bien el Levante UD pero le faltaba rematar, definir y, precisamente, puntería fue lo que tuvo en El Molinón frente al Sporting (0-3) para firmar la primera victoria de la era Rubi. Precisamente el acierto que no tuvo el equipo de Abelardo que, si bien fue inferior en este choque a los granotas, las tuvo para intentar compensar la situación. Pero esta vez, y porque ya lo estaban buscando hace tiempo, le tocaba meterlas a los azulgrana y vaya si lo hicieron, principalmente por el talismán que supuso el regreso al once de Deyverson. El brasileño volvió, jugó y venció, por dos veces, y lo demás lo hizo Feddal... y el resto del equipo que rindió a un alto nivel y hace pensar con una reacción levantinista, esta vez sí, con resultados.

Rubi fue consecuente con sus ideas y, a excepción de la entrada de Deyverson por Roger, dio continuidad al equipo que creía que hizo las cosas bien frente a Valencia y Deportivo. Es decir, cuando muchos esperaban la entrada de Verza por un Lerma que andaba algo desorientado, el técnico mantuvo al colombiano en una clara apuesta por no dejar respirar al Sporting en la salida de balón, con una superioridad en el centro del campo y una mayor presencia de los granotas en el campo del rival. Y le salió bien porque, en el 17', cayó el primero en la cuenta visitante. Un centro desde Morales desde la izquierda se encontró con una gran respuesta de Cuéllar pero el Sporting se olvidó de despejar el peligro. Jefferson entró con convicción en el área, robó la pelota y se la envió a Deyverson, que sólo tuvo que empujarla a la red para hacer el 0-1.
Con el tanto del brasileño, el Levante se quitó toda la presión de encima. Estaba jugando bien desde la llegada de Rubi pero la falta de resultados siempre resta convicción a la hora de plasmar las ideas sobre el césped. A partir del 0-1, los granotas ganaron en confianza, con un Morales sorprendente moviéndose en la mediapunta bien secundado por Rubén García. En la otra parte del campo, el trivote ahogaba a Halilovic y los asturianos, en su intento por acortar las jugadas, se estrellaba una y otra vez contra las dos torres de David Navarro y Feddal. Pero el partido se jugaba más en las inmediaciones del área de Cuéllar y ahí cayó el segundo tanto del encuentro, de nuevo de los azulgrana, hoy de fluorescente. Morales, con mucha confianza, ejecutó un magnífico libre directo al que sólo le faltó convertirse en gol pero lo evitó un espectacular portero rojiblanco. De todos modos, Feddal entró como un tren de mercancías desde atrás para empujar el balón al fondo de las mallas y ampliar distancias.
El Levante, a estas alturas, ya se había venido muy arriba y quería más, tenía hambre y ganas de resarcirse de anteriores penurias y en ésas estuvo a punto de pagarlo caro. El conjunto de Abelardo volvió a bombearla y, tras un despeje de Navarro, le pelota cayó en las botas de Halilovic que disparó de rosca por el único hueco posible y el esférico se perdió por línea de fondo lamiendo el poste izquierdo del marco de Rubén. Era el minuto 33 y, lejos de ser una advertencia para el Levante, no menguó su hambre de ataque. El partido parecía marcharse al descanso con 0-2 pero los gijoneses volvieron a hincar la rodilla. Morales ejecutó desde la esquina y a punto estuvo de rematar Navarro pero quien entró de nuevo con todo fue Feddal para que Deyverson marcase el tercero, que fue el segundo en su cuenta particular.
El guión del segundo tiempo, al menos el esperado, era el de un Levante que aguantase en primera instancia para defender su renta y así fue y de hecho Morales tuvo una oportunidad para marcar el cuarto, aunque con un disparo muy flojo y desviado a la derecha de Cuéllar. Sin embargo, a partir de ese momento el conjunto granota se encogió y el Sporting aprovechó para buscar su oportunidad, alentado por el empuje de Carlos Castro, recién ingresado en el terreno de juego. El asturiano pronto intentó recortar distancias con un disparo que fue despejado en última instancia a córner por la zaga azulgrana. Poco después, el atacante de Ujo fue derribado en el área por Toño y Melero López señaló sin dudarlo el punto de penalti. Sin embargo, el Sporting no aprovechó su opción y Jony erró estrellándose contra Rubén. El rebote cayó en los pies de Carlos Castro que, con el portero visitante entregado, chutó a las nubes.
El conjunto de Rubi, por tanto, se libraba de una buena aunque no sería el último susto que le darían los rojiblancos, que pese a la desdicha de fallar desde los 11 metros no se arrugaron y de nuevo anduvieron a milímetros de hacer subir el 1-3 al marcador, aunque de una forma poco ortodoxa. Fue en un centro desde la izquierda de Jony que Feddal, en un intento por despejar el peligro, a punto estuvo de meterse la pelota en su propia portería pero de nuevo Rubén atajó con mucha rapidez. El Sporting, a estas alturas, y aunque no se rendía, se dio ya cuenta de que no le salía nada y lo comprobó en sus carnes, de nuevo, uno de los protagonistas de la segunda mitad como fue Carlos Castro. De nuevo el cuero cayó en sus dominios en posición clara para definir y otra vez se estrelló contra Rubén, que despejó a córner. Y así terminó todo, con el Sporting condenado a fallarlo todo y a perder hasta los nervios y un Levante que, después de hacer y muy bien su faena mantuvo su portería a cero hasta el final.