Las mil vidas de Verza

El Levante UD logró una nueva victoria frente al CD Tenerife después de tres partidos sin sumar de a tres y, en gran parte, lo logró porque Muñiz supo mover sus piezas cuando se percató de que el equipo no funcionaba y tuvo éxito ayudado por la amplitud de plantilla de la que goza. El conjunto azulgrana necesitaba de alguien con clarividencia para ayudar en la construcción del juego y Verza respondió a la solicitud de su entrenador. El de Orihuela, que ciertamente no está viviendo una buena temporada porque, salvo algunas apariciones, ha alternado banquillo y grada, fue uno de los mejores futbolistas granotas contra los insulares y eso le da muchas papeletas para repetir en el once contra el Rayo Vallecano.

El alicantino aportó su calidad y aportó pausa y la paciencia que tanto reclama Muñiz en la parcela ancha. Por si fuera poco, el centrocampista apareció en el momento justo y en el lugar adecuado en la jugada del gol. Después de un centro de Morales al área y de varios disparos, paradas y despejes erróneos, Verza tocó la pelota de tacón lo justo para que Víctor Casadesús la recogiese y, empujándola, la enviase al fondo de las mallas. Fue un gol de carácter anímico para todos: para el conjunto, para el autor, que se estrenaba de cara al marco rival en el presente ejercicio, y también para el ex del Almería, que necesita recoger estas buenas sensaciones para volver a ser el que era o, al menos, lo que se espera de él.
Y es que Verza, pese a su poco protagonismo en el presente ejercicio, debe ser protagonista en el Levante por su peso específico, en todos los sentidos, en la plantilla. El oriolano ganó puntos con Muñiz y su partido le podría valer para estar entre los once escogidos contra el Rayo, teniendo en cuenta que el equipo no puede contar con Espinosa, por lesión, y que Jefferson Lerma tampoco se encuentra en su mejor momento. Además, el preparador gijonés, como reconoció en la rueda de prensa previa, necesita gente fresca en una semana de tres encuentros en ocho días.