Juan Muñoz derrocha pólvora en el fortín de Orriols

El Levante UD guardó el fortín y no sólo sacó adelante el trámite sino que, además, lo hizo de forma muy solvente, frente a un UCAM Murcia que sólo dio guerra durante momentos sueltos del partido pero que se vio avasallado por la pegada de los granotas. Pero ninguna victoria es igual que las demás y ésta tuvo un protagonista especial, acostumbrado a papeles secundarios durante la temporada y, por tanto, seguro que tarda en olvidar esta tarde-noche de viernes. Fue Juan Muñoz, que disfrutó su segunda titularidad y lo agradeció firmando un doblete, precisamente el día que faltaba Roger, al que siempre se le echa de menos. Menos en este choque. El sevillano dio la asistencia a Natxo Insa del primer tanto y marcó los demás. Un bonito final.

El UCAM Murcia arrancó el partido con más ímpetu, como corresponde al equipo que todavía encaraba el partido con su objetivo en juego, el de la permanencia, si bien en la mente del Levante UD estaba terminar la temporada invicto en el Ciutat de València. El equipo de Muñiz, como suele ser habitual, se presentó bien colocado y esperando a la apuesta a realizar por su adversario y pronto comprobó que los de Francisco querían morder y sorprender pronto al líder supremo y confirmado de la categoría de plata. En el 4', los murcianos ya firmaron su primera ocasión de bastante peligro: robaron un balón y Jona corrió hacia la portería pero resolvió un tiro muy flojo y poco cruzado que Oier atajó sin problema a ras de hierba.
A la escuadra granota le costaba aclarar sus ideas aunque, eso sí, sin perder nunca la compostura. Entonces, Muñiz realizó un movimiento que le cambió al cara al equipo en su vertiente ofensiva. Morales se cambió a la banda derecha, dejando el otro costado a Jason, y el 'Comandante' empezó a percutir y a poner buenos balones al área donde los rematadores levantinistas empezaban a inquietar a Biel Ribas. En uno de esos envíos, el meta visitante se confió y Campaña se le adelantó metiendo la puntera pero el arquero rectificó rápido para abortar el 0-1. En la siguiente acción, Jefferson Lerma dejó pasar una pelota en tres cuartos de campo confiando que algún compañero despejase el peligro pero quien aguardaba el esférico era Pere Milla, que soltó un latigazo que se estrelló en el poste izquierdo de la portería levantinista. El rechace cayó en las botas de Vicente, cuyo tiro ya aguardaba Oier bien situado.

Con estas directrices, el partido se animaba y poco después, en otra internada de Morales, el madrileño la puso de nuevo larga y Jason cabeceaba pero el cuero se perdió por línea de fondo lamiendo la madera. En este toma y daca, le tocaba golpear al UCAM que sí que estuvo certero en su turno y en una acción de las que, a principio de temporada, le costaba goles al Levante: un saque de falta lateral de Góngora muy venenoso lo remató inapelable por arriba Jona y la pelota entró como una exhalación entre los tres palos, con Oier impotente ante tal testarazo. Era el 33' y en el ambiente se empezaba a mascar la primera derrota en más de un año en Orriols. Pero era sólo eso, un pensamiento de refilón más que una convicción porque los de Muñiz seguían igual de serios que antes de encajar. De hecho, en el 40' establecerían el empate. Lerma colgó desde el círculo central hacia Juan Muñoz que, en primer término, no logró controlar. Sin embargo, el sevillano la peleó y le robó la cartera a Biel Ribas para darle el pase de la muerte a Natxo Insa. El alicantino recogió el regalo y comulgó por segunda vez con el gol en este ejercicio.
Con el tanto del contestano, se consumieron los primeros 45 minutos. Tras el descanso, Muñiz retiró precisamente a Natxo Insa tras un generoso esfuerzo y volvió a hacer un guiño a la grada y al fútbol incluyendo a Víctor Casadesús, que de nuevo destapó el tarro de las esencias. Pasado el primer cuarto de hora, el mallorquín la tuvo para adelantar a los azulgrana tras recibir un genial pase de Jason. El de Algaida, sin embargo, decidió recortar y ponerla al segundo palo, donde Morales remató y la pelota se fue a la grada rozando la escuadra. Poco después, de nuevo el '18' intervendría para telegrafiarle un pase largo a Morales, que intentó sorprender a Biel Ribas con un chut, cuando todos pensaban que centraría, que atajó abajo muy atento. Sin embargo, no podría evitar el 2-1 en un contragolpe dirigido de nuevo por Casadesús, tras un buen robo de Lerma. El insular esperó al mejor momento para asistir a Juan Muñoz, que la colocaría lejos del alcance del arquero visitante. Un premio merecido para el andaluz tras un partido muy trabajado.
Sólo a partir del 2-1 supo reaccionar el UCAM Murcia que, siendo junto al Levante el primero en jugar en la jornada 40', veía peligrar su posición de relativa comodidad en la tabla con cinco puntos de ventaja sobre el descenso. Los universitarios lo intentaban y en el minuto 80' la tuvieron clarísima con un chut a bocajarro de Jona, autor del primer tanto, al que respondió como un tigre Oier Olazabal. Ahí se le esfumaba al equipo de Francisco su ocasión más clara de puntuar y a punto estuvieron de encajar el 3-1 si Juan Muñoz hubiera aprovechado un regalo de Morales pero Biel Ribas lo evitó en el mano a mano. Sin embargo, el delantero cedido por el Sevilla FC no volvió a fallar y, en una pelota perdida en la frontal del área, la recogió para batir al meta universitario con un bonito y limpio tiro cruzado que y el esférico besó las mallas. Un bonito epílogo para esta historia, la de la redención del goleador, que quiso dejar su rúbrica en este portentoso Levante.