El mercado abre una exótica ventana para Langerak

Los directores deportivos, y en eso Tito no es una excepción, suelen decir que las plantillas siempre están abiertas a cualquier tipo de incorporaciones ya que todas, incluso las más potentes, son susceptibles de mejora y, además, en el sentido contrario al de las entradas siempre puede haber novedades. Es decir, en cualquier momento puede producirse la salida de un futbolista que necesite, o no, ser sustituido por un fichaje. Uno de los que podría salir del Levante UD en el mes de enero es Mitch Langerak, ya que no está jugando y existe el interés de un equipo de la liga de Japón, concretamente el Nagoya Grampus, por hacerse con sus servicios.

De hecho, el conjunto nipón ha trasladado a la directiva del Levante UD sus planes por llevarse al guardameta australiano, cuya única participación en el conjunto dirigido por Muñiz fue el partido de vuelta de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey frente al Girona en el Ciutat de València. En este sentido, el futbolista 'aussie', pese a ser uno de los fichajes de relumbrón del pasado verano o al menos en cuanto a su coste (entre fijo y variable podría suponer un coste de un millón de euros), no pudo imponerse al Zamora de Segunda del año pasado, Raúl Fernández, pero tampoco a Oier Olazabal que, además, ha terminado en la titularidad bajo palos en 2017.
La disyuntiva en la que se encuentra el guardameta es salir en busca de los minutos que puede necesitar para tener opciones de jugar el Mundial de 2018 de en Rusia y, sin embargo, recalar en un equipo de la categoría de plata de Japón. El Levante, por su parte, no se cierra a esta posibilidad y si recupera la inversión realizada el pasado verano y saca tajada económica no tiene problemas para abrirla la puerta de salida.