Muñiz prolonga su encierro tras la nueva debacle
Juan Ramón López Muñiz, tras confirmarse que la racha de resultados negativos no sólo se ha cortado sino que se ha incrementado hasta las 14 jornadas sin ganar, sigue adelante con sus decisiones de momento de urgencia y, en el regreso del Levante UD al trabajo, dirigirá su segundo entrenamiento consecutivo a puerta cerrada. Una medida extraña aunque ya no tanto porque, después de que todas sus sesiones fuesen con público desde su aterrizaje en el Levante UD en verano de 2016, en la previa del Betis decidió sellar el Ciutat de València, como lo ha hecho en el retorno al 'tajo' de los granotas en la Ciudad Deportiva de Buñol.
La vuelta al trabajo de los granotas estaba programada para este jueves 2 de marzo a partir de las 10:30 horas en sus instalaciones habituales pero a primera hora se ha informado que el entrenamiento se retrasaría hasta el mediodía y que, además, se llevaría a cabo a puerta cerrada. Señal inequívoca del momento de crisis aguda que vive el conjunto de Orriols, por mucho que Muñiz, en la rueda de prensa previa al duelo en Mendizorroza, asegurase que el motivo de su decisión fuese la información que apuntaba a que el equipo que se había entrenado entre risas el día previo pese a los malos resultados.
Por tanto, Muñiz vuelve a resguardar a su equipo con una decisión que por otro lado ya tomó antes de partir hacia Vitoria y que no evitó que el Levante perdiese contra el Alavés cometiendo los mismos errores de siempre. Ahora, el asturiano tendrá dos días para preparar el siguiente compromiso, la visita del Espanyol al Ciutat de València este domingo 4 de marzo desde las 12.00 horas. Ese encuentro podría ser definitivo para la suerte del preparador gijonés después de que, tras perder por 3-0 frente a la Real Sociedad, el Consejo de Administración, auspiciado por la opinión de Tito, decidiese darle tres partidos más 'de vida' aunque, en sus discursos oficiales, presidente y director deportivo le dieron cuerda hasta final de temporada.