El día que el Levante derrotó a Goliat
El Levante UD recibirá este domingo al FC Barcelona después de que la pasada temporada le derrotara por 5-4 en un encuentro memorable para el equipo valenciano. Los granotas acabaron con la condición de invicto del conjunto azulgrana en la penúltima jornada de la Liga, cuando el equipo de Valverde ya era campeón.
Era la jornada 37 y ambos conjuntos ya habían alcanzado sus objetivos en liga. El Ciutat de València se convirtió en el escenario de una gran batalla entre dos equipos que desplegaron su mejor juego. La afición no solo disfrutó con el partido sino que además vivió una noche histórica en la que los granotas se convirtieron en los verdugos del Barça.
Pese a no tener nada en juego, tanto Paco López como Ernesto Valverde presentaron su once de gala, salvo una gran ausencia, Leo Messi. Había algo muy importante en juego todavía: el orgullo. El Levante, con ganas de celebrar su permanencia por todo lo alto junto a su afición, demostró un planteamiento impecable desde el inicio del partido. De esta forma llegó el primer gol por parte de Boateng con la ayuda del larguero.
Los granotas jugaban con valentía, con fluidez, con garra, ante un equipo que no conseguía reaccionar. Los locales se aprovecharon y con una gran jugada del ghanés que dejó sentado a Ter Stegen firmaban el 2-0. Otro golazo de Bardhi desde fuera del área mitigaba el tanto de Coutinho antes del descanso.
La segunda parte tampoco defraudó y continuó con la dinámica de los primeros 45 minutos. Boateng conseguía su primer hat-trick con la camiseta del Levante y Bardhi parecía sentenciar el enfrentamiento. El FC Barcelona reaccionó tarde y aunque redujo las distancias hasta el 5-4, poco más pudo hacer para sufrir la primera derrota liguera en toda la temporada.
En aquel choque jugaron por parte de los locales: Oier; Coke, Postigo, Rober Pier, Luna; Lukic, Campaña, Roger (Jefferson Lerma), Boateng (Pazzini), Bardhi y Morales (Rochina). 14 valientes que derrotaron a uno de los mejores clubes del mundo; un logro que, como bien ha dicho Oier, "porqué no volver a intentarlo".