La lesión de rodilla: una pesadilla que persigue al Levante
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El Levante pone sus rodillas al servicio de la tecnología IBV
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Doukouré se rompe el ligamento cruzado y se pierde la temporada
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Doukouré disputó más de 15 minutos con el ligamento roto
La lesión de rodilla es una constante en los dos últimos años en el Levante. El conjunto de Orriols ha sufrido hasta siete lesiones en la articulación, de las cuales cinco fueron rotura de ligamento cruzado anterior. La última, la de Cheick Doukouré, que estará alejado de los terrenos de juego entre seis y ocho meses.
La entidad granota tiene muy presente lo vivido la temporada pasada, con varias lesiones importantes en la rodilla que afectaron la planificación de la temporada y trastocaron los planes de la dirección deportiva. Roger Martí, Iván López y Álex Alegría tuvieron que ser intervenidos del ligamento cruzado; mientras que Emmanuel Boateng y Doukouré presentaron problemas en la articulación, en este caso en el menisco y en el ligamento lateral.
Este curso, de momento, Armando Sadiku pasó por el quirófano en verano también por el ligamento cruzado de su pierna izquierda. Mientras que Boateng tuvo que ser intervenido del menisco y Coke Andújar sufrió una lesión en el ligamento, en una articulación que le ha traído problemas y de la que ya ha sido operado.
Incluso durante el verano, Iván López tuvo que volver a ser intervenido de la rodilla, en este caso del menisco, como consecuencia de la operación de ligamento del curso anterior. "Una de las suturas del menisco ha dejado de realizar su función, provocando una lesión de este. Su reparación debe ser quirúrgica", rezaba el comunicado emitido por el Nàstic de Tarragona.
Además, el Levante comenzó la pretemporada incorporando tecnología del Instituto de Biomecánica (IBV) al servicio de la prevención de lesiones de rodilla. Las lesiones de rodilla preocupan a todos los profesionales del deporte. Las lesiones del ligamento cruzado anterior y de la tristemente famosa triada, son de las más relevantes que puede sufrir los futbolistas ya que pueden llevar a tenerlos alejados de los terrenos de juego al menos 6 meses y en el club eran conscientes de que era una situación que se repetía en el tiempo y querían paliar. No obstante, todavía no ha surtido el efecto esperado.