Tierra de nadie
Quedan apenas cinco jornadas para que finalice esta temporada atípica, diferente, y que tantas sensaciones ha dejado. Sin embargo, sí que hay una emoción que parece haberse establecido por encima del resto en estas últimas semanas: la desilusión. Ya van unos cuantos partidos que el aficionado del Levante UD ve a su equipo y piensa ¿para qué? ¿Volveremos a ver la misma actitud y el mismo juego que en la anterior jornada? Por desgracia, la respuesta suele ser afirmativa.
Huesca, Villarreal, Sevilla, Elche... no están siendo partidos fáciles para el seguidor granota. Con la permanencia prácticamente en el bolsillo, sumado a la cada vez mayor distancia de los puestos europeos, el Levante ha quedado en tierra de nadie. Eso puede terminar produciendo cierta sensación de desasosiego en el espectador, que ya parece que ve a su equipo por costumbre y lealtad más que por esperar entretenimiento.
"No tengo defensa alguna en cuanto al partido que ha hecho el equipo", fue lo que dijo Paco López al finalizar el encuentro del pasado sábado. Si bien lo comentó en el Martínez Valero, estas declaraciones podrían aplicarse a la perfección en las anteriores jornadas. No es buen momento para que el Levante coja una mala racha, que las matemáticas todavía no avalan la permanencia. Sí que era buen momento, sin embargo, para ese toque de atención en el vestuario.
Celta de Vigo, Deportivo Alavés, FC Barcelona, Getafe y Cádiz. Equipos que se juegan desde el descenso al título, ese calendario le queda al Levante. ¿Podrían ganar los de Orriols a cualquiera de estos rivales? Sí, ya lo ha hecho en varias ocasiones, no hay equipo invencible. ¿Lo hará con la actitud que se está viendo últimamente? Sinceramente, lo dudo. Ahora el Levante tiene cinco oportunidades, cinco últimas balas en la recámara, para devolver la alegría a su afición, solo queda esperar que no la desaproveche, que la desilusión ya cansa y ganar gusta aunque el objetivo esté casi cumplido.